Un comienzo sin precedentes
A sus 39 años, el piloto de Stevenage acumula éxitos desde que se subió por primera vez a un monoplaza. Victorias en la Fórmula 3 europea, y en GP2, ganó el campeonato con ART en su primera temporada en la categoría. Esto permitió al británico, optar a un asiento en la F1 con McLaren.
En su temporada de debut en la F1, Hamilton estuvo a punto de arrebatar el título, que finalmente ganaron Kimi Raikkonen y Ferrari.
Un año después lo consiguió y desde entonces el británico se ha convertido en el campeón del mundo más joven de la historia. Un récord que sólo duraría unos años, hasta que Sebastian Vettel inició su racha de victorias con Red Bull Racing.
El declive
A un punto del título en 2007, victoria en 2008: Hamilton le cogió el tranquillo, pero lo que siguió fue un año frustrante en la Fórmula 1 para él. McLaren no supo aprovechar el gran desarrollo del MP4-23 y no consiguió resultados decentes. Hamilton no pasó del quinto puesto en 2009, pero el cambio estaba en camino.
En 2010, el ya experimentado Jenson Button llegó para unirse a Hamilton. El otro héroe británico había ganado el título el año anterior con Brawn GP, posteriormente comprada por Mercedes. Esa evolución provocó el regreso de Michael Schumacher a la F1, pero también la marcha de Button a McLaren.
McLaren recuperó velocidad, pero durante los cuatro años siguientes la Fórmula 1 estuvo dominada por Red Bull Racing. Hamilton no pudo hacer mucho al respecto y decidió correr un gran riesgo: el británico ficharía por Mercedes a partir de 2012. Un equipo que, por aquel entonces, no estaba rindiendo nada bien. A diferencia de su antiguo rival (y compañero de equipo) Fernando Alonso, Hamilton demostraría haber tomado la decisión correcta.
Camino de la hegemonía
En Mercedes, el desarrollo del coche es tan rápido como el propio coche. En su primera temporada con la escudería alemana, Hamilton consiguió varios podios y una victoria. Tras ganar el Gran Premio de Hungría, comenzó un largo periodo dominante con Mercedes.
En 2014 y 2015, Hamilton se impuso a su compañero de equipo Nico Rosberg para ganar los títulos número dos y tres, poniéndole a la altura del legendario Ayrton Senna. Evidentemente, las relaciones dentro del equipo no mejoraron y llegaron a un punto de ruptura en 2016. Ese mismo año, Nico Rosberg ganó el campeonato y no perdió el tiempo: anunció inmediatamente su adiós a la Fórmula 1.
Una decisión inesperada, incluso para Mercedes, que dio lugar a una apresurada búsqueda de un sustituto. Finalmente se decantaron por el piloto de Williams Valtteri Bottas. Desde 2017, el finlandés se ha sentado junto a Hamilton, aunque era el segundo piloto.
En los primeros cuatro años en los que Bottas pilotó el segundo Mercedes, Hamilton ganó el título de forma convincente y también se convirtió en el piloto estadísticamente más exitoso de la historia. Solo en 2017 y 2018 hubo competencia de Sebastian Vettel y Ferrari, pero en ambas ocasiones Hamilton volteó el resultado, siendo mucho mejor en la segunda mitad de la temporada.
En su búsqueda de récords, 2020 fue un año importante para Hamilton. Batió el récord de victorias de Michael Schumacher e igualó al alemán en número de títulos mundiales ganados. Sin embargo, aún tiene que ganar un campeonato más para coronarse como el piloto de Fórmula 1 más laureado de todos los tiempos.
La dura derrota de 2021
El año 2021 parecía una excelente oportunidad. El reglamento era prácticamente el mismo que en años anteriores, lo que convertía a Mercedes una vez más en el gran favorito al inicio de la temporada. Aparte de su compañero de equipo, solo Max Verstappen y Red Bull Racing parecían capaces de suponer una amenaza seria.
Hamilton y Verstappen lucharon durante toda la temporada, llegando a Abu Dabi en igualdad de puntos. En ese momento, parecía que el piloto de Mercedes ganaría con toda probabilidad su octavo título mundial. Sin embargo, Red Bull hizo una estrategia perfecta, y un coche de seguridad en los últimos compases dio a Verstappen la oportunidad de adelantar a Hamilton y destrozar su sueño de ser ocho veces campeón del mundo de F1.
Dos años difíciles para Hamilton y para Mercedes
En 2022 Hamilton esperaba vengarse de la derrota sufrida el año anterior, pero Mercedes se topó con el nuevo reglamento y el fenómeno del porpoising. Tras un comienzo desastroso, Hamilton y su compañero Russell retomaron el buen camino y se mostraron competitivos después del verano. Sin embargo, esto no fue suficiente para el siete veces campeón del mundo: por primera vez ni siquiera consiguió una victoria en la temporada.
Al año siguiente, la pesadilla se repitió. Al volante de un coche que, una vez más, no era del agrado del piloto británico, Lewis Hamilton no volvió a conseguir una victoria en el campeonato, subiendo seis veces al podio a lo largo de la temporada. Sin embargo, el tercer puesto demostró que Hamilton sigue siendo un piloto fiable, rápido y consistente, pero la falta de un coche adecuado ha hecho que la frustración se dispare para el inglés, que sigue muy lejos del ansiado octavo título.
Lewis Hamilton en 2024
Después de dos años difíciles, 2022 y 2023, Hamilton tendrá unas enormes ganas de revancha. Parece que Mercedes ha tomado una dirección diferente a la del pasado con el desarrollo del monoplaza y los aficionados esperan que el coche que pilotará el británico esté a su altura. No es ningún secreto: Lewis Hamilton sueña con el título que le daría el récord. Parece una hazaña imposible, pero a sus 39 años Hamilton no quiere rendirse.