"Un conductor gay sería un modelo muy poderoso".

Bishop lleva casi treinta años en la Fórmula 1. Primero como periodista, más tarde en puestos de comunicación en McLaren y ahora en Aston Martin. Cuando llegó al deporte, probablemente era el único hombre homosexual en el paddock. Eso ha cambiado ahora, pero la comunidad LGBTQ+ sigue siendo una pequeña minoría. "Hay diferentes ámbitos de la vida, los negocios y la cultura que parecen atraer a más personas LGBTQ+ que otros. Si yo trabajara en la Ópera Real de Covent Garden, estoy seguro de que habría más".

Excepciones

El deporte en general parece atraer tradicionalmente a un número relativamente pequeño de personas LHBTQ+, especialmente a los hombres gays. Las lesbianas y las mujeres bisexuales suelen ser más activas en deportes como el tenis y el fútbol. "El automovilismo siempre ha sido en gran medida competencia de hombres blancos y heterosexuales. Hay un número muy reducido de excepciones. La mayor excepción es un hombre negro heterosexual, Lewis Hamilton. El piloto más exitoso de nuestra historia. En cuanto a las personas LGBTQ+, empezamos a ver a algún periodista, a algún comercial, a algún profesional de las comunicaciones y las relaciones públicas. Gente así. Todavía es un número bastante reducido y no hay pilotos desde hace muchos años".

Sigue siendo llamativo: ¿por qué no? Bishop piensa un momento y dice: "Es una buena pregunta de la que no podemos saber la respuesta al 100%, pero me arriesgaré a hacer algunas conjeturas. Creo que las personas LGBTQ+ están potencialmente tan interesadas en cualquier cosa como cualquier otra". Tal vez se necesite primero un modelo a seguir, para convencer a los demás y también para salir del armario. Alguien como el clavadista (saltador de trampolín) olímpico británico Tom Daley. Hace unos años anunció que es gay y que tiene una relación con un hombre.

Poderoso discurso

El anuncio provocó un "terremoto" positivo en el Reino Unido. Los periódicos ingleses, a menudo cínicos, también reaccionaron positivamente. Más tarde, Daley consiguió el título olímpico. "Pronunció un discurso hermoso, convincente y poderoso", dijo Bishop. "Dijo palabras en este sentido: 'Estoy orgulloso de poder decir que soy un medallista de oro olímpico y un hombre gay. Y cuando empecé como clavadista, intentando competir y dando lo mejor de mí, siempre pensé que nunca conseguiría llegar a este día porque pensaba que había algo en mí que era diferente y menos aceptado. Y eso siempre me impediría alcanzar el máximo nivel, pero aquí estoy. Si hay algún joven que esté pensando en intentar hacer deporte al más alto nivel, si puedo ser un ejemplo o un modelo a seguir para él, estaré encantado'. Como resultado, debido a que ya era conocido como hombre gay declarado y buceador de éxito desde hacía algunos años, me han dicho que ahora hay muchos hombres gays en el buceo, porque si puedes verlo, puedes serlo".

Un modelo de conducta así puede tener una importancia increíble en el automovilismo. Matt Bishop inventa en el acto al piloto ficticio Jonny Jenkins. Un chico con talento que un día gana el Gran Premio de Mónaco: "En el podio, roció el champán, bajó y besó a su novio en los labios. Dedicó su victoria a los atletas homosexuales y LGBTQ+ de todo el mundo. Se convertiría, al igual que Tom Daley, en un extraordinario y poderoso modelo a seguir. También sería la mayor superestrella del mundo del deporte".

Cartas

Ser un modelo a seguir requiere mucha fuerza. Ser un ejemplo para los demás es algo que realmente te gustaría ser. Es posible que esto sea precisamente lo que impide a las personas LGBTQ+ del deporte salir del armario. "La vida te da las cartas que la vida te da. Lewis Hamilton es un modelo a seguir, y quizás lo único que quería hacer era correr con coches, cosa que hace muy bien. Pero como era el único piloto negro, quizá la vida le repartió una carta que tiene que aceptar".

Continúa Bishop: "Lo ha aceptado enormemente, trabajé con él durante cinco años cuando estábamos juntos en McLaren. Lleva 15 años en este deporte. Empezó con 22 años, ahora es un hombre algo mayor, con 37 años. Eso escribe un paso de los 22 a los 37 años. Todos maduramos mucho, y los deportistas profesionales también. Lleva tiempo, crece y madura. Ha abrazado 'Black Lives Matter'; se ha convertido en uno de los portavoces deportivos más importantes del antirracismo. Creo que lo que está haciendo es fantástico. Si Jonny Jenkins hiciera lo que hipotéticamente he sugerido, espero que asuma su responsabilidad y su privilegio de ser ese modelo a seguir".

Negatividad y acoso

En un mundo perfecto, salir del armario no debería ser un problema. No hay razón para publicar artículos en el periódico. Desde luego, no habría reacciones negativas. "Hay 195 países en el mundo, en aproximadamente la mitad de los países del mundo, el sexo entre hombres sigue siendo ilegal. En un puñado de países, todavía se castiga con la pena de muerte. Todavía nos queda un largo camino por recorrer", dice Bishop. "Si un piloto de Fórmula 1 saliera del armario como gay, tendría una enorme cobertura mediática. Al menos en los Países Bajos y el Reino Unido, y en muchos otros países occidentales, creo que sería en gran medida positivo. Por supuesto, habría negatividad y acoso en las redes sociales, Tom Daley y otros lo sufren a diario. Es algo desagradable y es algo que asumen con valor. Pero creo que poco a poco va disminuyendo".

Parece haber una discrepancia en la política de la Fórmula 1: por un lado, la organización se compromete con la igualdad. Por otro, la F1 opera en países como Qatar y Arabia Saudí, donde la comunidad LGBTQ+ apenas tiene derechos. Bishop entiende a las personas que dicen que, por tanto, la F1 debería evitar estos países. "Si simplemente fuéramos a los países que has mencionado y corriéramos en ellos. Simplemente ir allí, coger su dinero, correr y volver a casa. Entonces sería una gran vergüenza. Si no fuéramos en absoluto, entonces habríamos renunciado a cualquier posibilidad de tener un impacto positivo".

"Somos partidarios de #WeRaceAsOne. Pero no es sólo un hashtag, es una forma de vida y es la manera en que queremos representar a la Fórmula 1 en el mundo a medida que entramos en el segundo cuarto del siglo XXI. Por lo tanto, vosotros, como nuestros anfitriones, sabéis quiénes somos. Que insistimos en la igualdad absoluta entre todos los géneros. Y también sabemos que nos habéis invitado sabiendo que algunos de nosotros somos gays, otros son lesbianas. Algunos somos todas las demás letras que incluye LGBTQ+. Algunos mantenemos relaciones sexuales con personas con las que no estamos casados. Eso es lo que somos".

No callar

Así que, dice Bishop: "Es a quien has invitado, no te sorprendas si es quien luego te visita y organiza tu carrera automovilística. Esperamos que sea una gran carrera automovilística y que la gente que paga por sentarse en las gradas se lo pase en grande. Pero también esperamos que haya personas en vuestros países que quizás se hayan sentido no representadas o desfavorecidas por algunas de vuestras leyes. Que vean que las personas que son positivas en cuanto a la representación del colectivo LGBTQ+ y los derechos humanos en general han venido al país y no se han quedado calladas cuando estamos allí. Hemos dicho lo que hemos dicho".

"Lewis Hamilton y Sebastian Vettel, en particular, están llegando al final de su carrera, a mediados de los 30 años, ambos son múltiples campeones del mundo y han comprendido que deben utilizar su plataforma, su fama y su popularidad por el bien de la humanidad. Cuando van a los países que has mencionado, se levantan y muestran sus valores, lo que me parece algo maravilloso".