La hipocresía de la F1: "A los organizadores les importa sobre todo el dinero
F1 News
- GPblog.com
Recientemente, el término "lavado deportivo" ha surgido con más frecuencia en el mundo del deporte. ¿Su significado? Los gobiernos autoritarios abusan de ciertos acontecimientos deportivos atrayéndolos a sus países para ocultar o pulir su mala reputación. Actualmente, la Fórmula 1 tiene la costumbre de ser atraída a esos países.
La F1 organiza carreras en Qatar, Bahréin y Arabia Saudí. Estos tres países intentan cada vez más albergar acontecimientos deportivos dentro de sus fronteras para que la gente 'haga la vista gorda' cuando se trata de los derechos humanos (piensa en los trabajadores asesinados durante la construcción de los estadios de la Copa del Mundo, o en los crímenes de guerra de Arabia Saudí en Yemen).
Fórmula 1: ¿centrarse en el mundo o centrarse en el dinero?
El jefe de la F1, Stefano Domenicali, declaró en Qatar el año pasado que, aunque el cambio cultural no se produce de la noche a la mañana, la organización de carreras ayuda a lograr un desarrollo positivo en esos países.
En realidad, la F1 necesita especialmente el dinero que pueden aportar las carreras en Oriente Medio. "La Fórmula 1 es el sector deportivo más orientado comercialmente y en el que las consideraciones monetarias, en particular, desempeñan un papel central", afirmó el experto en política deportiva, Jürgen Mittag en una entrevista con Speedweek.com.
El Dr. Mittag señala que está claro que, en realidad, la F1 no presta tanta atención a las consideraciones políticas y sociales. Como ejemplo, cita a Sebastian Vettel, que a menudo expresaba abiertamente declaraciones políticas en la pista antes de que empezara la carrera el domingo. Lewis Hamilton también ha sido conocido por participar en esto, pronunciándose regularmente sobre cuestiones humanitarias y culturales. A finales del año pasado, se anunció que se prohibirían las declaraciones políticas en la F1 sin permiso de la FIA.
Ver la F1 con un 'ojo crítico'
"Hay que mirar a la Fórmula 1 con ojo crítico en este sentido, porque no aplica la sensibilidad que sí tienen otras federaciones deportivas, al menos por ahora", afirma el experto. El lavado de imagen deportivo funcionó hasta cierto punto, ya que durante el Mundial de Qatar, la gente se olvidó muy rápidamente de todos los abusos del país de los que primero se habló ampliamente. Algunos amenazaron con boicotear la Copa del Mundo, pero al final esto apenas sirvió para nada.
Dejando a un lado estos hechos, el Dr. Mittag sigue siendo crítico con las acciones de la F1: "No se puede pretender que al conceder un torneo a un país se esté contribuyendo fundamentalmente a la situación sobre el terreno". Mediante el lavado de cara deportivo, el deporte adopta una postura hipócrita en cuestiones culturales y políticas.