Piquet recuerda el "crashgate": "Estaba psicológicamente atrapado".
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Nelson Piquet Junior ha reaccionado a los acontecimientos que han rodeado al "crashgate" y a las consecuencias de la carrera en los últimos meses. Citado por FórmulaPasión, el brasileño cuenta cómo vivió la carrera en aquel momento y qué daños causó, sin quererlo, a su compatriota Felipe Massa.
El Gran Premio de Singapur de 2008 es una de las carreras más infames de la historia de la Fórmula 1. El jefe de equipo, Flavio Briatore, ordenó a Piquet que se estrellara para que su compañero de equipo, Fernando Alonso, pudiera ganar la carrera. Massa iba en cabeza hasta ese momento, pero salió mal parado, de una parada en boxes durante el coche de seguridad. Lewis Hamilton terminó tercero en la carrera y Massa se quedó fuera de los puntos, lo que, al final, permitió a Hamilton ganar el campeonato de pilotos por un punto sobre Massa.
Oficialmente, toda la historia del "crashgate" no se conoció hasta un año después, cuando Piquet hizo pública la verdad. Recientemente, Bernie Ecclestone anunció que él y el entonces presidente de la FIA, Max Mosley, conocían los sucesos de Singapur desde la temporada 2008, pero decidieron no hacer nada al respecto para evitar la polémica. Massa anunció entonces que, debido a la confesión de Ecclestone, investigará si aún se puede cambiar el resultado. Según Massa, sólo es correcto, si se omite el resultado de esa carrera, con lo que ganaría el campeonato de pilotos.
Piquet da su opinión sobre la situación
El 'centro' de esta historia -Piquet- se ha mantenido 'callado', pero recientemente se le preguntó en un podcast sobre su opinión acerca de la situación. "Fue una orden de equipo para ayudar a alguien dentro de nuestro equipo", comienza Piquet su explicación. "Nunca se pretendió perjudicar a Massa. Ese no era el plan. Obviamente fue un error. Pero en la posición en la que me encontraba en aquel momento, con el sueño de permanecer en la F1 durante mucho tiempo, llegó la carrera de Singapur y me arrinconaron psicológicamente".
"A menudo me preguntan si volvería a hacerlo", continuó Piquet. "Y mi respuesta es entonces: 'Por supuesto que no'. Pero a esa edad y bajo esa presión... No tenía a nadie a mi lado en la Fórmula 1, sólo a un 'matón' [Briatore] que siempre se quejaba y amenazaba constantemente con que era mi última oportunidad. Sentía que todo se desmoronaba".