Análisis | Así rompió mentalmente Verstappen a Pérez en Miami

Verstappen, superior, comete un error

Durante todo el fin de semana, Verstappen fue superior, hasta un momento en la Q3. En la primera tanda, Verstappen cometió un error en el primer sector, en el que se había mostrado tan fuerte hasta entonces y decidio abandonar la vuelta. Pérez no cometió ningún error y, tras una bandera roja por el accidente de Charles Leclerc, el tiempo del mexicano, más lento que el de Verstappen en la Q2, fue suficiente para la pole. Verstappen tuvo que salir desde la P9 debido a que no marcó ningún crono, al igual que el finlandés, Valtteri Bottas.

Teniendo en cuenta el fin de semana, Verstappen no estaba desesperado, pero la forma en que condujo de atrás hacia delante impresionó mucho. Los neumáticos duros del RB19 de Verstappen tardaron tres vueltas en entrar en temperatura. Aunque Verstappen tuvo que abrirse paso entre otros coches que portaban gomas más blandas, entre las vueltas 4 y la 15 (la vuelta en la que pasó a Fernando Alonso por el segundo puesto), sólo enuna vuelta más lento que Pérez.

Así que donde el mexicano podría haber aprovechado los primeros compases de la carrera para escaparse, fue el holandés quien le alcanzó. Como resultado, cuando Verstappen se colocó segundo en la vuelta 15, la diferencia era de poco menos de cuatro segundos. A partir de esa vuelta, Verstappen empezó a alcanzar a Pérez vuelta a vuelta.

Pérez se rompe bajo la presión de Max

Esa diferencia de 3,7 segundos se esfumó como la nieve al sol. A pesar de que Pérez había podido pilotar en aire libre y Verstappen había tenido que adelantar a siete pilotos, el neumático duro pareció tener mucha más vida que el medio de Pérez. Vuelta a vuelta, Verstappen iba recuperando terreno, hasta que Pérez se zambuyó a los pits en la vuelta 20. La diferencia se reduce entonces a 1,3s. En poco menos de seis vueltas, Verstappen le descontó 2,4s a Pérez. En otras palabras, 0,4s por vuelta.

Con neumáticos duros nuevos, Pérez debe atacar entonces a Verstappen y el mexicano arranca con energía. 18,8s es la diferencia cuando Pérez vuelve a la pista tras su parada en boxes y en las nueve vueltas siguientes, Pérez es más rápido que su compañero de equipo en ocho de ellas. La diferencia también se reduce entonces a 15,5s. Cuanto más viejo sea el neumático de Verstappen, más debería perder Max, pero no parece ser el caso.

Mientras que Pérez ha estado conduciendo por debajo de 1:32 todo el tiempo, en la vuelta 31 de repente tiene un bajón que se ve reflejado en un 1:32.111. La vuelta llega en un mal momento, ya que a Verstappen le acaban de decir que sus neumáticos se han mantenido bien enteros y que puede volver a apretar más. Así que Verstappen vuelve a ganar terreno.

Este resulta ser el punto de ruptura de la carrera. En efecto, con neumáticos más nuevos del mismo color, Pérez empieza a perder terreno vuelta tras vuelta. Desde la vuelta 31 hasta la 44, Pérez es más rápido que Verstappen en solo tres ocasiones. Mientras que Verstappen se las arregla constantemente para rodar por debajo de 1:31s, los tiempos de "Checo" fluctúan salvajemente. En la vuelta 38, por ejemplo, registró un tiempo de 1:32.3. En comparación, Verstappen conduce en 1:31.1 en la misma vuelta.

Adelantar en la pista

Debido a la impresionante segunda parte de su stint con neumáticos duros, Verstappen ha vuelto a aumentar la ventaja a 18,3s cuando entra en boxes para cambiar los medios al final de la vuelta 45. Así pues, Pérez ha ganado medio segundo neto sobre Verstappen con neumáticos duros nuevos. Tras una parada algo lenta para Verstappen, acaba por detrás de Pérez con medios nuevos y el holandés sabe cómo lidiar con ello.

Por supuesto, Verstappen aún tenía que adelantar a su compañero de equipo en la pista, pero el mayor golpe lo había dado en la parte media de la carrera. Pérez ya se había visto sorprendido por los datos de Verstappen el fin de semana y tuvo que reconocer la superioridad del bicampeón del mundo el domingo. Como resultado, el mexicano ha vuelto con los dos pies en el suelo y tendrá que lidiar con este golpe mental antes de dirigirse a un circuito que puede sentarle aún mejor a Max: Imola.