¡Ferrari gana Le Mans por primera vez desde 1965!

Mientras el Toyota con Ryo Harakawa se calaba hacia atrás en la pista, los miembros del equipo Ferrari seguían mirando estoicamente los monitores. Ni sonrisas, ni alegría; nada de nada. Probablemente era la tensión. ¿O era pura incredulidad? Sí, por el uno-dos en parrilla, Ferrari sabía que había posibilidades de victoria. Sin embargo, una parada en boxes no salió como se deseaba que perjudicó el coche que en se momento conducía Pier Guidi, aunque el Ferrari nº 51 siguió compitiendo en cabeza, con el único Toyota que quedaba. El trompo del Harakawa, a unas dos horas del final de la carrera, acabó con toda la tensión.

Ferrari no necesitó correr más riesgos en los últimos compases de la carrera, y la amplia ventaja sobre los Toyota le dió tranquilidad. Por un momento aún hubo un gran susto, cuando el Ferrari no parecía alejarse de su garage en la última parada en boxes (otra vez). Pero, finalmente, Pier Guidi consiguió mantener el ritmo con su coche rojo. Ferrari volvió a ganar por primera vez en la famosa carrera de 24 horas desde 1965, en la que uno de los pilotos era el ex-campeón del mundo de F1, Jochen Rindt.

Un segundo puesto de Toyota (con Hirakawa, Brendon Hartley y Sébastien Buemi) se sintió ciertamente como una decepción para el equipo japonés, el tercer puesto en el podio para Cadillac le sentó mucho mejor a ese equipo. Earl Bamber, Alex Lynn y Richard Wetsbrook terminaron una vuelta por delante del segundo Cadillac, con Sébastien Bourdais, Scott Dixon y Renger van der Zande. Este coche, que terminó así cuarto, tuvo la mala suerte de ser golpeado al principio de la carrera, lo que le causó daños y costosas pérdidas de tiempo.

Al igual que el segundo Toyota, el Porsche Penske también tuvo una carrera dramática. Sólo le alcanzó para ser sexto al mejor de los Porsche, aún por detrás del segundo Ferrari. Peugeot, que también debutaba en el WEC con un hipercoche esta temporada, pareció estar en liza por los puestos del podio durante mucho tiempo con un buen ritmo -incluso hubo una breve ventaja durante la noche-, pero al final los franceses tuvieron que conformarse con un puesto en el mediocampo entre los hipercoches.

Éxito polaco en LMP2

En la clase LMP2, hubo éxito polaco. El equipo Inter Europol Competition condujo durante muchas horas en cabeza, pero aún así vio peligrar su victoria en las últimas etapas. De hecho, ya no era posible contactar por radio con Fabio Scherer. A pesar de ello, el piloto suizo llegó a tiempo para repostar gasolina, con lo que consiguió mantener su liderato. Sin embargo, el control de carrera informó al equipo de que estaban siendo investigados, entre otras cosas porque podrían haber compartido información con Scherer mediante señales en el lugar equivocado (informándole de que debía entrar a boxes). Al final, no hubo sanción.

Además de Scherer, conducían el coche Jakub Śmiechowski y Albert Costa. Acabaron un puesto por delante de Robert Kubica (que volvió a quedarse a las puertas de la victoria en Le Mans), Rui Andrade y Louis Deletraz, del equipo WRT. El último puesto del podio también pareció ser para los belgas. El coche número 30 del equipo Duqueine terminó en P3 pilotado por René Binder (Austria), Neel Jani (Suiza) y Nico Pino (Chile), terminó en el podio por primera vez en Le Mans.

Catsburg gana con Corvette

El único Corvette de la clase GT, con Nicky Catsburg, Ben Keating y Nicholas Varrone al volante, era el gran favorito de antemano. Para el estadounidense Keating puede ser una forma fantástica de poner el broche de oro a su carrera con esta victoria en la mítica competición. Al principio de la carrera, el Corvette tuvo grandes problemas, lo que hizo que el equipo se quedara rezagado. Pero como nadie, Catsburg y compañía consiguieron abrirse camino hasta la cabeza, conduciendo hacia la victoria de forma controlada en las horas finales. En esta clase, ORT by TF acabó segundo, y el último puesto del podio fue para GR Racing. El equipo con tres pilotos femeninas, Iron Dames, también hizo una gran carrera, pero finalmente no les alcanzó para hacerse con el último escalón del podio.