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Difunto fundador de Red Bull recibió a Max Verstappen con brazos abiertos

Marko revela la reacción de Mateschitz a la propuesta de acuerdo con Verstappen en 2014

2 de agosto de 2023 en 14:52
Última actualización 2 de agosto de 2023 en 18:26
  • Norberto Mujica

Cuando Max Verstappen tenía 16 años, recibió la confirmación de Helmut Marko: debutaría en la Fórmula 1 un año después en el entonces Toro Rosso. No era cualquier cosa, por lo que el asesor necesitó el permiso de Dietrich Mateschitz, el propietario de Red Bull fallecido en 2022. Marko relata la conversación que mantuvo con "Didi".

No fue una conversación muy larga entre los dos austriacos. "Aquí tenemos a un chaval de 16 años, para mí es un talento que aparece una vez cada varias décadas, subámoslo al carro", recordó Marko en Sky lo que le dijo a su amigo en aquel momento. Mateschitz confiaba ciegamente en él. "Sí, claro. Lo haremos".

Según Marko, la conversación duró menos de 10 minutos. Ambos sabían leer y escribir el uno con el otro, por lo que la reciente muerte de Mateschitz también pesó mucho en el mandamás de 80 años. "Tenía una actitud positiva, podía pensar a cinco o diez años vista. Siempre había ánimos por su parte, pero también podía regañar. No te permitía cometer el mismo error dos veces".

Decenas de millones invertidos

Mateschitz también fue la principal fuerza (y el principal patrocinador) de Toro Rosso y AlphaTauri. Quería dar a los jóvenes pilotos con talento la oportunidad de hacer realidad su sueño de pilotar un Fórmula 1. Así que no fue una coincidencia que el futuro del equipo hermano de Red Bull Racing fuera brevemente incierto a principios de esta temporada tras la muerte de Mateschitz.

"Didi sabía que el automovilismo era increíblemente caro. Éramos relativamente generosos a la hora de apoyar a pilotos de distintas categorías. De repente teníamos dos equipos de Fórmula 1. Entonces los requisitos pasaron a ser diferentes. Tenían que ser capaces de ganar al menos [en el futuro] un Gran Premio. El rendimiento era el factor decisivo", dijo Marko, resumiendo el enfoque de Mateschitz (y el suyo propio). "No compramos estrellas, creamos estrellas, hablando con relativa arrogancia. Y eso funcionó".