Wolff ignora los consejos de Lauda: "Pensé que estaba muerto"
- GPblog.com
Toto Wolff sufrió un fuerte accidente en Nurburgring Nordschleife en 2009. El jefe del equipo Mercedes quería batir el récord de vuelta, pero le costó caro. Catorce años después, el austriaco recuerda aquel momento.
En el programa Desert Island Discs de la BBC, Wolff cuenta que quería demostrar su punto de vista. Se decía que sólo los lugareños pueden ser realmente rápidos allí. Al parecer, algunos pilotos profesionales no podían igualar el ritmo de los lugareños. El circuito es muy complicado y peligroso, sobre todo en aquella época.
"Así que me dije: voy a demostrarles que puedo batir los récords. Niki [Lauda] tuvo allí un grave accidente en el que estuvo a punto de morir entre las llamas. Me dijo: 'No seas estúpido. A nadie le importa el tiempo por vuelta en Nordschleife. Podrías matarte", dijo Wolff.
Wolff quería batir un récord
Durante una de sus vueltas de práctica, ya era (extraoficialmente) más rápido que el récord. "Pero el coche nunca se sintió estable, había algo, los neumáticos no eran lo bastante buenos para este tipo de carga aerodinámica", afirma Wolff, que no abortó su tanda y siguió apretando al máximo. Hubiera sido mejor que no lo hiciera, porque se estrelló, y de gravedad.
"Cuando salí a correr, empecé la vuelta y sentí que algo iba mal. Aquí es donde me di cuenta de que hay que ser profesional, debería haber parado la vuelta y haber vuelto a boxes". Wolff no lo hizo y chocó contra el quitamiedos a una velocidad de unos 190 km/h. El coche de Wolff volcó antes de detenerse a 350 metros.
Lesiones para Wolff después del accidente
"Estaba malherido pero, instintivamente, me desenchufé de la radio y salí. Me encontraron detrás de la barandilla con el casco puesto, tirado en la hierba. Pensé que estaba muerto", dijo Wolff, indicando que no recordaba nada del accidente. "[Pensé] si esto acaba en parálisis, realmente ha sido la idea más estúpida de mi vida".
Continuó: "Recuerdo que me llevaron al hospital y me hicieron una resonancia magnética, y entonces le dije a una enfermera: 'Hazme saber si todo va bien con mi columna'. El médico dijo: 'Tienes algunas fracturas, pero la médula espinal no está afectada'. Fueron 15 minutos horribles [esperando noticias]. Y sí, ése fue el momento en que me dije a mí mismo: nunca más [a] las carreras de competición".