La gran apuesta de Nyck de Vries (y Felipe Drugovich)

El año pasado, Mahindra acaparó la atención de los medios de comunicación, pero no de la forma que el equipo deseaba: el coche no era lo bastante rápido y, lo que es peor, a veces era demasiado peligroso para competir. Mahindra y el equipo cliente ABT Cupra se vieron obligados a perderse el ePrix de Sudáfrica por problemas en la suspensión trasera.

Mahindra tuvo una temporada difícil

En declaraciones a GPblog a principios de año, el jefe del equipo, Frederic Bertrand, dijo que estaba "un poco frustrado" con los resultados, pero que había esperanza. Mahindra, por necesidad, empezó tarde en el desarrollo del coche Gen3 y, de hecho, iba constantemente por detrás de los tiempos. Pero Bertrand también alabó el potencial de su equipo y -dijo- estaba seguro de que Mahindra sería un factor en algún momento.

Para Mahindra, el tiempo que transcurre entre la novena temporada y la próxima décima en la Fórmula E consiste sobre todo en mejorar el software de los coches (la mayoría de las demás cosas, como la unidad de potencia o el chasis, no pueden modificarse). Con una alineación totalmente nueva formada por el conocido piloto de Fórmula E, Edoardo Mortara y Nyck de Vries, la próxima temporada debería ser mejor que la del año pasado.

Hasta aquí la realidad sobre el papel. En realidad, está por verse hasta qué punto Mahindra puede pasar de las últimas filas de la parrilla -y seamos prudentes- a un lugar en medio del pelotón en unos pocos meses. De hecho, no sólo Mahindra aprovecha los meses entre temporadas para mejorar, sino también sus competidores.

¿Puede Nyck de Vries seguir haciéndolo?

Durante su aventura en la Fórmula 1, mucha gente ha llegado a dudar de sus cualidades. Sin duda, De Vries quiere revancha contra todos esos críticos y, desde luego, de los ejecutivos de Red Bull, aunque el holandés no es de los que lo dicen en voz alta. Aún así, con Mahindra en construcción, existe una posibilidad real de que De Vries y Mortara (ambos han pasado por un periodo difícil en sus carreras) no puedan competir por las victorias, por lo que es posible que ni siquiera compitan en el mediocampo.

Que de Vries haya firmado un contrato de varios años con Mahindra demuestra que tiene mucha fe en el ascenso del equipo indio. Si no a corto plazo, sí a largo plazo. Junto con esto, se espera que también firme pronto con el campeón del mundo Toyota para embarcarse en una aventura en el Campeonato del Mundo de Resistencia(WEC).

Los japoneses han sido el equipo dominante en las carreras de resistencia durante muchos años, pero al mismo tiempo, están viendo cómo aumenta la competencia en el WEC con cada vez más hipercoches. Toyota tendrá que ceder inevitablemente la corona en algún momento, como ya le ocurrió con Ferrari en las 24 Horas de Le Mans.

El compromiso a largo plazo de De Vries con Mahindra también significa que ha apartado de su mente una nueva aventura en la Fórmula 1. A escondidas, el holandés podría haber esperado que gente como Williams -donde disputó un Gran Premio en 2022 a su entera satisfacción- quisiera darle una segunda oportunidad, pero esa puerta parece ahora cerrada.

Drugovich también se arriesga

Con de Vries y Mortara en Mahindra, así como el anuncio de que Jehan Daruvala ocupará el puesto en Maserati, sólo queda un asiento libre en la Fórmula E para 2024. Lucas di Grassi, que dejó Mahindra, es el principal candidato para ocupar la vacante en ABT Cupra, regresando así al equipo con el que se proclamó campeón del mundo de Fórmula E en 2017.

Si se cubren todas las plazas, es probable que falte un nombre interesante. Felipe Drugovich, actual campeón de Fórmula 2 y piloto reserva de Aston Martin F1, podría contar con mucho interés por parte de la FE (Maserati, Andretti Global). El brasileño también está siendo vinculado a Williams como sustituto de Logan Sargeant. El júnior de Red Bull Liam Lawson también está en el punto de mira para este puesto.

Así que no sólo Nyck de Vries se la juega, sino también Drugovich. De hecho, si Williams decide no elegirle, le espera otro año al margen. A sus 23 años, el brasileño debería hacer kilómetros. De lo contrario, podría esperarle un futuro como el del piloto reserva de Ferrari, Robert Shwartzman: un gran talento, pero ahora está completamente fuera de juego.