Verstappen logra ganarse a los mexicanos: de guardaespaldas a porras

Tras el Gran Premio de EE.UU., hubo un sonoro abucheo cuando Verstappen subió al podio. También se pudo oír un claro "Checo, Checo" durante el himno nacional holandés. La pregunta que surge rápidamente es, ¿cómo va a ser cuando el circo de la F1 llegue a México?

Seguridad extra para Verstappen en México

Al llegar a México, parecía que había cierta incertidumbre sobre la seguridad. Los organizadores del GP hicieron un llamado a la afición para tener más respeto por todos los pilotos, mismo que Sergio Pérez apoyó al declarar que sus fans también deberían animar a Verstappen. Aun así, Red Bull no estaba del todo confiado.

De hecho, al principio de la semana, quedó claro que Verstappen acudiría a la pista con guardaespaldas adicionales por su propia seguridad. El holandés ya había adoptado esta medida durante el Gran Premio de Holanda, pero esta vez lo hizo por primera vez en México. El mismo día, también salió a la luz que miles de aficionados estaban considerando emprender acciones para bloquear la entrada de Verstappen al circuito.

Qué diferente es después del Gran Premio de México. Verstappen superó el fin de semana sin problemas e incluso fue recibido en el estadio con fuertes vítores tras su victoria. La reacción del público no se puede separar de la actuación suprema del holandés en el Autódromo Hermanos Rodríguez en México. Una gran salida, adelantamientos maravillosos, una buena reanudación y una ejecución simplemente impecable.

Los mexicanos ven el bajo rendimiento de Pérez

Sin embargo, tampoco se puede separar del rendimiento de Pérez. Durante todo el año, se ha hecho creer a los aficionados mexicanos que Checo tiene menos material que su compañero de equipo. En México, los aficionados ven lo que realmente ocurre: Pérez es simplemente un piloto inferior. Todavía se oye algún murmullo en las gradas, pero la mayoría aplaude a Verstappen. Un reconocimiento para Max, pero también una clara señal para Pérez.

Por cierto, hay que hacer un gran cumplido a los aficionados mexicanos. No sólo se comportaron respetuosamente con los pilotos (por desgracia, abuchearon a Charles Leclerc). Lo que más destacó fue que todo el mundo seguía allí. Verstappen también se dio cuenta. El holandés sabe mejor que nadie que las tribunas pueden vaciarse cuando el héroe local abandona. Al fin y al cabo, así ocurrió cuando Verstappen se estrelló en Spa en 2017 y 2019. Pero, los fans mexicanos permanecieron en sus asientos, si bien al final abuchearon a Leclerc fuertemente, por el rol que pensaban que el monegasco había tenido en el abndono de 'Checo'.