Marko, contento con los mexicanos: 'Verstappen no lo ha pasado mal aquí'
- Norberto Mujica
Había preocupación en Red Bull Racing de cara al Gran Premio de México. Después de todo, ¿cómo serían recibidos la escudería austriaca y Max Verstappen por los aficionados mexicanos? Se tuvieron en cuenta los escenarios más severos, pero en el Autódromo Hermanos Rodríguez y sus alrededores, para alegría de Marko, todo salió a pedir de boca.
Marko y Verstappen no son los más populares
El asesor de Red Bull, de 80 años, no se hizo querer al decir que, como "sudamericano", Pérez no tiene la misma consistencia que Max Verstappen y, en el pasado, Sebastian Vettel. A Marko le llovieron las críticas, tras lo cual se disculpó públicamente. Pérez aceptó esas disculpas.
Los aficionados mexicanos a las carreras tampoco son los mayores fans de Verstappen. Eso, a su vez, tiene todo que ver con el hecho de que el holandés se negara a ayudar a su compañero de equipo a conseguir el segundo puesto en el campeonato del mundo el año pasado. A Verstappen se le asignaron incluso dos guardaespaldas por prevención el pasado fin de semana.
En vísperas del Gran Premio, los organizadores del evento también publicaron un comunicado de prensa centrado en el #Racepect: esperaban que los aficionados se dirigieran a todos los equipos y pilotos de forma decente y deportiva. Los organizadores querían dejar claro -sin decirlo en voz alta- que los compañeros de equipo de Red Bull Racing se respetan mutuamente, por lo que los visitantes de la carrera en el país latinoamericano deberían esperar lo mismo.
Buena experiencia en México
Así que había aprensión por parte de Red Bull porque ¿todo saldría bien? Sí, es la respuesta posterior. Marko: "Los visitantes fueron muy justos. No abuchearon a Max, como ocurrió una semana antes en Austin", según De Telegraaf.
El máximo responsable del equipo de Milton Keynes añadió: "Por lo demás, Max no salió de su hotel, pero a mí no me importó. Me limité a ir a la ciudad y también pasé unos días solo en otro lugar de México a principios de semana. Realmente no tuvimos ningún problema. La gente sólo quería que la fotografiáramos y nos decían: bienvenidos a México. Debido a todo el ambiente que había aquí a principios de semana, no tenía ni idea de que Max no lo pasaría mal. Y así fue".