¿Una disolución anunciada? Checo Pérez no puede más mentalmente
- Norberto Mujica
Helmut Marko, tras el paupérrimo resultado de Sergio Pérez en el fin de semana de carrera en Canadá lo dijo, el problema del mexicano es psicológico. ¿Y cómo negarlo? Su compañero de equipo igualó el tiempo de la pole y además ganó el Gran Premio el domingo, mientras que Pérez fue eliminado en Q1 y terminó abandonando la carrera y recibiendo una penalización de tres puestos en la parrilla para el GP de Barcelona.
El mexicano fue defendido por Christian Horner, actual jefe de equipo de Red Bull Racing, aludiendo a la supuesta fortaleza mental de 'Checo' que justo cuando piensas que está contra las cuerdas, te sorprende. Pero, su mala forma no es un bajón, ya es una tendencia marcada desde 2023. Si bien el piloto del auto 11 no es el mejor de la parrilla, siempre tuvo la fama de ser uno de los mejores talentos de la mitad del pelotón. ¿Por qué está experimentando sus peores años en la F1?
Está roto mentalmente
En el Gran Premio de Mónaco se vio una maniobra inexplicable. Luchando por la P17 con Kevin Magnussen, el mexicano vió repetidamente en sus espejos para saber dónde estaban el danés y el compañero de este en Haas, Nico Hulkenberg. Vió por los espejos una última vez hacia donde estaba Magnussen, y al ver que el danés iba a meterse por el interior inexplicablemente se cerró, suscitando un gran accidente en la primera vuelta de la carrera.
Quizá no quería pasar el domingo en el principado detrás de un Haas, pero, ¿En realidad era necesario llevar una lucha por la P17 hasta esos extremos? El incidente le terminó costando a Red Bull aproximadamente dos millones y medio de euros. En una batalla por el título de Constructores como en la que está enfrascado Red Bull con McLaren y Ferrari, con la circunstancia atenuante del límite presupuestario, esto simplemente no se puede justificar.
Fue parecida a la igual de sorprendente maniobra en el Gran Premio de México el año pasado, cuando vió a Leclerc en sus espejos y se cruzó como si no hubiera nadie, ocasionando su DNF en su Gran Premio de casa. Ansiedad, falta de juicio, nerviosismo, estas son, todas, señales de que el piloto mexicano ya se quebró ante la presión.
La frustración se filtra a través de las grietas
Lo vimos en Mónaco y luego en Montreal, Sergio Pérez, llorando de la frustración tras ser eliminado en Q1. Esa no es la imagen de alguien que está disfrutando de hacer lo que ama. Es evidente que la presión ha podido más y que el estado mental del mexicano es precario. Por si fuera poco, ahora se habla de que la prolongación de su contrato con el constructor campeón del mundo es sólo por motivos económicos, es decir, es un piloto de paga. 'Checo' está contra las cuerdas, y actualmente no luce como que vaya a poder cambiar las tornas pronto.
Estar en Red Bull, lidiar con la expectativa, aceptar que Max Verstappen es ampliamente superior, tener la responsabilidad de mejorar, pero en su cuarto año en las filas del equipo austriaco aún seguir sin adaptarse a la filosofía de coches de los actuales líderes del mundial de constructores, mientras que en Mexico todos quieren y esperan -contra todo pronóstico- verlo campeón, y luego sus aspiraciones personales...
En estos momentos no es fácil ser Checo Pérez. Especialmente cuando ya se está hablando de cláusulas en su contrato en los medios. Dichas cláusulas verían al mexicano salir de Red Bull antes de que acabe su compromiso recién firmado. El periodista de F1, Joe Saward, reportó el pasado invierno que había una cláusula en el contrato de Daniel Ricciardo que lo subiría a Red Bull en detrimento de Pérez, con Liam Lawson tomando el lugar del australiano en Visa Cash App RB, si el desempeño de Pérez estaba por debajo de lo deseado. Hasta ahora, el mexicano se está quedando muy corto.
Títulos de Red Bull y Verstappen, y el futuro de Pérez, en riesgo
Sí, Pérez puede darle la vuelta, claro, y él en algún grado debe sentir que existe esa posibilidad, de otra forma tendría poco sentido seguir subiéndose al auto cada fin de semana de carrera. Sin embargo, este año hay tres equipos que saben que pueden ganarle a Red Bull, y hay seis pilotos que llevan terminando por delante de él en los últimos tres fines de semana de Gran Premio -tanto Charles Leclerc como Carlos Sainz, estaban por delante del mexicano antes de las circunstancias que llevarían a sus respectivos abandonos-.
Hoy más que nunca está claro que Red Bull está en riesgo. Con las exhibiciones subpares de Pérez esto también añade presión extra e innecesaria a Verstappen, quién aseguró que tras ver la eliminación de Pérez en la Q1 en Montreal, sabía que iba a tener que empujar al máximo para cosechar la mayor cantidad de puntos para él y para el equipo.
Con la excepción de Mercedes, de los equipos punteros, Red Bull es el equipo que menos puntos ha sumado en las últimas tres carreras -y eso a pesar del doble DNF de Ferrari en Canadá-. De hecho la situación es tan preocupante que el piloto de VCARB, Yuki Tsunoda ha sumado más puntos que Pérez en las últimas tres carreras, y Ricciardo, compañero del japonés, ha igualado la cuenta del mexicano en el mismo período. Red Bull necesita un segundo piloto que rinda para asegurar no sólo el Mundial de Constructores, sino también el de Pilotos.
McLaren, Ferrari y Mercedes están haciendo los deberes y están alcanzando a los austriacos, quienes han implementado al menos dos paquetes de mejoras que han dejado mucho que desear. Si Red Bull no puede mantenerse al frente, entonces ambos títulos en contienda de repente ya no están tan asegurados como parecían después de Bahréin.
Si ese es el caso, entonces no es difícil imaginar que la formación austriaca le dé las gracias. Poco importará la suma de dinero que traiga el mexicano en forma de venta de mercancía y patrocinios si no puede ayudar a Red Bull a conseguir los objetivos planteados, su principal labor como piloto de la escudería. Se viene la noche para el piloto mexicano, necesita despertar y hacerlo ya. Su futuro depende de ello.