Continúa la lucha de poder en Red Bull y Ricciardo es la "víctima"

Daniel Ricciardo debe su regreso a la Fórmula 1 a Christian Horner. El director del equipo Red Bull Racing adora al australiano y guarda muy buenos recuerdos de su época juntos en Red Bull Racing. Durante ese tiempo, Ricciardo ganó siete Grandes Premios e impresionó especialmente con sus espectaculares habilidades de adelantamiento.

Sin embargo, Ricciardo dejó Red Bull Racing a finales de 2018. Para sorpresa de todos en el equipo, Ricciardo optó por Renault y no por el contrato que le había presentado Red Bull. La bolsa de dinero de Renault ayudó, pero Ricciardo también se dio cuenta de que Max Verstappen estaba empezando a ganar la batalla dentro del equipo.

Ricciardo perjudica a Red Bull con su marcha

Helmut Marko nunca entendió la marcha. Christian Horner tampoco lo entendió en su momento, pero ha perdonado a su pupilo. Ricciardo siguió pilotando bien en Renault, con dos podios, pero el cambio a McLaren salió mal. Ricciardo se rompió en el duelo con Lando Norris y, después de dos años, el equipo británico le compró su contrato en vigor.

Horner lo vio con pena y ofreció a su piloto estrella la oportunidad de regresar dentro de la organización Red Bull Racing. Inicialmente como tercer piloto y principalmente en un papel de marketing. Cuando Ricciardo recuperó su apetito por las carreras, Horner se apresuró a poner al australiano en un Red Bull.

Aquel famoso test de Silverstone fue tan bueno que Nyck de Vries fue despedido inmediatamente de AlphaTauri. De Vries fue una solución temporal en primer lugar, dado que no surgió ningún talento del Red Bull Junior Team. Así, Ricciardo tuvo la oportunidad de demostrar lo que aún podía hacer, con la esperanza de asegurarse un asiento en Red Bull Racing en 2024 o 2025.

El año 2023 pudo quedar pronto en la papelera, cuando Ricciardo se rompió el metacarpiano en Zandvoort. Eso dejó a Ricciardo fuera durante otro par de carreras, y su sustituto, Liam Lawson, brilló durante las cinco carreras que pilotó. Ricciardo recuperó su asiento tras la lesión, pero aparte de una gran actuación en México, Ricciardo no causó una gran impresión.

¿Quién tomará la decisión en Red Bull?

A finales de 2023, Marko habría preferido intervenir ya. Como jefe del Red Bull Junior Team, ya había visto suficiente de Ricciardo. Éste ya no iba a forzar más un asiento en Red Bull Racing y, por tanto, era el momento de Lawson. Sin embargo, Ricciardo volvió a subirse a ese coche de todos modos, junto al actual líder del equipo, Yuki Tsunoda.

Con toda una preparación invernal, Ricciardo debería haber estado allí en 2024, pero no es el caso. A su edad y con su experiencia, Marko tiene razón al afirmar que el australiano debería ser en realidad dos o tres décimas más rápido que Tsunoda. Lo cierto es lo contrario. Tsunoda es más rápido en clasificación y también ha sumado ya más puntos que Ricciardo. Sobre todo, Tsunoda es más constante en su rendimiento que Ricciardo.

Mientras que en el pasado Marko, como mano derecha de Dietrich Mateschitz, decidía quién se sentaba en cada coche, esto ya no es así desde la muerte de Mateschitz. Mateschitz tenía pleno control en cuanto a las decisiones deportivas a pesar de tener una participación del 49% en Red Bull, pero con su muerte, ese derecho ha desaparecido. Esto deja al mando a Chalerm Yoovidhya, principal accionista en Tailandia. Este último respalda plenamente a Horner, y por tanto el británico tiene el poder.

Marko habrá tenido sus reservas sobre la prórroga del contrato de Sergio Pérez, pero su ampliación refuerza la posición de Marko en lo que respecta a Lawson. Con un nuevo acuerdo para Pérez, no es posible un asiento para Ricciardo en Red Bull Racing en 2025 y probablemente en 2026. Entonces, ¿por qué se le debería permitir ocupar un asiento en el equipo junior a su edad?

La decisión final dirá mucho sobre el futuro de Red Bull. Mateschitz fundó equipos de Fórmula 1 para dar una oportunidad a los jóvenes talentos. Eso ya ha faltado en los últimos años con Sergio Pérez, Nyck de Vries y Daniel Ricciardo. Quedarse con Ricciardo y, por tanto, despedir a Lawson, va totalmente en contra de la política seguida por Mateschitz.