Verstappen bajo ataque: Por qué es injusto culparlo por el choque con Norris

Column

Lando Norris también es responsable de choque con Max Verstappen en Austria
2 de julio en 17:15
  • Norberto Mujica

Max Verstappen y Lando Norris hicieron contacto en el Gran Premio de Austria mientras luchaban por la victoria. Analistas de renombre como Mark Hughes y David Croft, han culpado al holandés, Martin Brundle incluso aseguró que Verstappen había regresado a ser Max 1.0, y con Johnny Herbert, comisario en activo para la carrera en el Red Bull Ring, llegando a las instancias de decir que Verstappen lo hizo deliberadamente. Sin embargo, es una narrativa tendenciosa e injusta con el actual campeón del mundo.

Tras los errores estratégicos y en las ejecuciones de las paradas en boxes de Red Bull Racing, Norris pudo atacar a Verstappen por la victoria en los compases finales del Gran Premio de Austria. Sin embargo, dichos ataques no fueron medidos, ni estratégicos, ni organizados. De hecho los intentos de rebase del británico fueron todo lo contrario, desorganizados, erráticos y más allá del límite, provocando su propia salida de pista, echando fuera a Verstappen en otra ocasión y abriendo la puerta al contacto. Que dichas personalidades no vean esto, es ilógico y lleva a preguntarse: ¿Por qué sólo se ve una parte de la situación, sin la otra que provee el contexto necesario para entender la primera?

Lando Norris está verde todavía

Incluso Helmut Marko atribuyó el incidente a la inexperiencia de Norris, llegando incluso a calificar los exabruptos de Norris por la radio de ridículos. Pelear encarnizadamente por una P4, o un podio, no es lo mismo que luchar por una victoria. Vuelta tras vuelta, Norris así lo demostró con sus llamadas por radio cada vez más alteradas, haciendo la vista totalmente gorda a sus propias maniobras y al peligro que podrían llegar a presentar. 

En Canadá superó a Verstappen con facilidad, ya que su McLaren en temperaturas frías se crece, y el RB20 del holandés se desluce. En Austria, el RB20 perdió rendimiento cuando las nubes cubrieron el circuito provocando un descenso en las temperaturas de la pista, haciendo que la goma dura se volviera aún más difícil de manejar. Norris se empezó a acercar y tras la terrible parada en boxes de Red Bull Racing, de repente Norris tenía oportunidades de ganar.

Vuelta tras vuelta Norris necesitaba una buena salida de la curva 1, y vuelta tras vuelta salía con las llantas izquierdas sobre los bordillos salchicha perdiendo velocidad valiosa que le habría ayudado con creces en montar un ataque más ordenado, con más cabeza, en lugar de los intentos desesperados que dotaron a la batalla por la punta, más nervio del necesario. Porque en ese momento, ya era más una cuestión de supervivencia, y las llamadas por radio de Norris, cada vez más alteradas, no hacen más que enmarcar la imagen que tiene Norris de Verstappen, y lo poco preparado que está para desafiarlo en verdad. Una cosa el alcanzar, y otra muy distinta es pasar, y otra totalmente diferente, pasar a un piloto como Verstappen.  

Que estas acciones no se juzguen por parte de ese sector de los medios es injusto y presenta una imagen distorsionada de Verstappen, que puede poner en riesgo, según el criterio de cada quien, lo que el holandés ha conseguido.

Verstappen siempre ha sido Verstappen, y no hay razón para cambiar

El holandés, como Ayrton Senna, corre duro, pero rara vez es injusto. Todo lo hace dentro del reglamento deportivo. Este se ha tenido que modificar, gracias al estilo de conducción de Verstappen que desafía las reglas al llevarlas al límite mostrando sus obvias carencias, pero rara vez lo transgrede y cuando lo hace, como en Las Vegas el año pasado en la largada contra Charles Leclerc, es un acto calculado en donde sabe que tendrá que mitigar la penalización, y sinplemente decide que esa es su mejor opción para ganar la carrera, en esa ocasión, dicha lógica descansaba sobre el hecho de que Ferrari tenía un gran ritmo y adelantar a Leclerc iba a ser casi imposible. Riesgo medido.

En la curva 3 del Red Bull Ring, los pilotos siempre juegan con el límite que cambia dependiendo de la maniobra. La imprevisibilidad de los ataques de Norris, y la desesperación inherente en ellas, junto con sus constantes reclamos por radio cada vez más alterados muestran algo fascinante: Norris se pone ansioso luchando por la P1 contra Verstappen. 

Así como Senna en su momento, Verstappen ahora tiene esta aura, esta presencia, especial y muy específica también, en el paddock, de que es un piloto que va a luchar por la victoria, sin importar lo que tenga que hacer, dentro del reglamento, y no va a ceder a menos que absolutamente tenga que hacerlo, y en Austria no tenía por qué ceder. Que Norris se fuera por el exterior en la tres, sólo podía ser porque quería salir mejor hacia la recta posterior con DRS que desemboca en la curva cuatro. Según el reglamento, para que el piloto que viene persiguiendo merezca espacio para correr por el exterior, debe de estar adelante en el vértice de la curva, y Norris no lo estaba y no lo iba a estar por el radio que caracteriza dicha curva.

A Verstappen la prensa lo mide con una vara distinta

En especial cuando lucha contra pilotos británicos. O al menos así parece. Las mismas personalidades que en 2021 acusaban a Verstappen de no ceder ante Lewis Hamilton la vez que este apretó al holandés en Monza, por ejemplo, ahora mismo acusan a Verstappen de apretar a Norris, en lugar de ser coherentes y preguntar: “¿Por qué no levantó Norris?” Era obvio que el espacio disponible se estaba reduciendo, usando la misma lógica que en aquellos años se empuñó para una vez más, culpar a Verstappen. Después de todo, ¿No era esa una de las cosas que siempre le reprocharon al Holandés Volador? “Nunca cede y por eso ocurren accidentes cada vez que alguien corre contra él”. 

En este caso, Norris tenía que haber cedido ligeramente para tener la oportunidad de rebasar a Verstappen en la siguiente recta. Que no lo haya hecho, sólo él sabe por qué. Verstappen nunca giró hacia la izquierda y esto es más que claro en su onboard. Que sólo se ponga a Verstappen bajo la lupa, cuando “hacen falta dos para bailar al tango”, sin dudas deja un sinsabor muy particular y levanta una que otra ceja, especialmente cuando se le está faltando el respeto a un triple campeón del mundo cuando se asegura que “lo hizo deliberadamente”, y esto último sólo hace que la percepción pública en torno a Verstappen sea negativa, después de todo son expertos y voces de autoridad dentro del deporte.

Cuando se corre por cosas grandes como victorias y campeonatos, se corre duro. Hay pilotos que están a la altura del reto, como Hamilton, Fernando Alonso, el mismo Verstappen, que encuentran el límite y se mantienen ahí, y hay otros como Norris, que todavía no pueden hacerlo, pero que sin duda pueden aprender lo necesario, en especial desde el aspecto mental, para estarlo, porque la habilidad y la velocidad, es más que obvio que cuenta con ambas, con creces.