Fichaje de Cardile por Aston Martin, crítico para el equipo británico

¿Fallows pierde la confianza de Lawrence Stroll?

Dan Fallows dejó Red Bull Racing por un rol de Oficial Técnico en Jefe en Aston Martin. Hubo mucho ruido, muchas expectativas de lo que podría lograr el equipo británico con el liderazgo técnico de un ex-pupilo de Newey. A más de 2 años del inicio de su trabajo con Aston Martin, el equipo no ha hecho sino retroceder. 

Tras un inicio de Cenicienta el año pasado logrando seis podios en las primeras ocho carreras, empezaron a quedarse rezagados en la batalla de desarrollo. Ahora, se consideran afortunados si terminan en los puntos. Esa no es la dirección en la que Lawrence Stroll quiere que vayan las cosas para su equipo de F1.

Aston Martin tiene que cuidar su relación con Honda

Cardile entra en Aston Martin como el superior de Dan Fallows y de todo el equipo técnico de la escudería británica. La esperanza es que bajo el liderazgo del diseñador italiano, Aston Martin pueda meterse de lleno en la lucha por los títulos. De hecho, la mala forma del equipo puede poner presión innecesaria sobre su relación con Honda si no pueden sacarse a sí mismos del hoyo en el que están.

El motorista japonés ha dejado la F1 en múltiples ocasiones y no dudaría en hacerlo, o en al menos romper alianzas con el equipo británico si sintiera que el rendimiento del chasis verde no le hace justicia a su Unidad de Potencia. Después de todo, no lo hace ahora mismo con la de Mercedes.

Mientras que McLaren no se baja del podio desde Imola, y actualmente es el equipo más consistente de los punteros, y la propia Mercedes ha hecho dos podios y dos victorias en las últimas cuatro carreras, la última de ellas, en Silverstone, a ritmo puro. Aston Martin sólo baila a lo largo de la mitad del pelotón, a veces coqueteando con los últimos puestos en el clasificador.

Los británicos deben ser todo lo fuerte que esperan que la UP de Honda sea, por el desempeño deportivo, sí, pero también desde un punto de vista económico es imperativo que el equipo rinda. 

Todo se reduce a los resultados en pista, y en los libros

El sr. Stroll seguramente ha tenido varias conversaciones incómodas con los patrocinadores que exigen rendimiento, y están en todo su derecho de hacerlo, después de todo, mientras más arriba luchas, más se muestra el coche en las cámaras, y por ende los nombres y logos de las empresas patrocinantes.

Además, la gran inversión que ha realizado el magnate canadiense está en riesgo. Con las nuevas instalaciones, el moderno campus de Silverstone y el nuevo túnel de viento, no hace falta ser un genio para decir que Stroll sr., ha invertido más que el cambio de un viaje a la tienda de conveniencia.

Si el proyecto no es fructífero, como no lo está siendo ahora, podría dejar de ser visto como “una meta”, y adoptar todas las características de una proverbial molestia en los bolsillos profundos del sr. Stroll. Un Fernando Alonso que ahora luce desencantado y con un ánimo venido a menos tampoco habla muy bien de la proyección a futuro del equipo. 

Si bien el liderazgo del empresario canadiense es admirable por todo lo que ha conseguido en el mundo de los negocios, en la F1 parece estar perdiendo mucho. El equipo ahora mismo posa sus esperanzas en una actualización que implementará en Hungría. Si no funciona, se rumora que el resto de esta temporada y la que sigue serán muy sombrías. 

Justamente después viene el 2026, año del mayor cambio reglamentario en la historia de la F1 cuyas bases en el lado del chasis serán el efecto suelo, principio que rige el funcionamiento aerodinámico de los actuales monoplazas de la serie, el mismo que Aston Martin no parece entender, y la particularmente compleja aerodinámica móvil. Si luchan por entender el reglamento ahora, ¿Cómo será después cuando se involucre este última característica? El futuro de Aston Martin luce incierto, y la incertidumbre en la F1 puede ser letal para las ambiciones de cualquier equipo.