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¿La FIA arriesga demasiado? La federación necesita a la F1, no al revés
- Ludo van Denderen
Con la noticia de que los pilotos que desacrediten verbalmente a la FIA -o al menos las normas de la federación de automovilismo- se enfrentarán a una fuerte multa y a una posible suspensión, el presidente Mohammed Ben Sulayem y su equipo habrían provocado el descontento de muchos pilotos. La federación tendría que tomarse en serio este asunto, porque no hay que olvidarlo: la FIA necesita a la Fórmula 1 más que al revés.
La Fórmula 1, gracias en parte a los extraordinarios esfuerzos de Liberty Media, se ha convertido en uno de los deportes más grandes y populares del mundo en los últimos años. Los países se tropiezan unos con otros para albergar un Gran Premio, millones de personas ven los Grandes Premios, los ingresos crecen cada año y los patrocinadores están deseosos de comprometerse con la competición.
Y sí, la FIA también se beneficia de ello. La federación de automovilismo es el regulador de la categoría más importante del automovilismo y recibe una buena suma cada año por ello. Pero la FIA es una de las muchas partes del mundo de la Fórmula 1. Nadie discutiría que el deporte flota enteramente sobre los pilotos y los (actuales) diez equipos. Si en algún momento deciden buscar en otra parte, la FIA no tendrá elección.
¿Podría la F1 divorciarse de la FIA?
¿Un escenario poco realista? De momento, quizás sí. Pero si hay demasiados problemas que molestan a los pilotos de F1 y a sus empleadores, entonces seguramente, con un buen vaso de vino, las figuras importantes podrían filosofar sobre la creación de su propio campeonato de F1, independiente de la FIA. Recuerda: Hubo un tiempo en que la IndyCar pensaba que tenía todo el poder, hasta que los equipos se marcharon y crearon la Champ Car Series.
Para que haya la dulce paz entre pilotos y equipos por un lado y la FIA por otro, sería al menos prudente que esta última empezara a hablar con la gente que la federación tanto necesita. No es la primera vez que los pilotos se sienten sorprendidos por una decisión de la FIA, en un momento en que la relación entre ambas partes es ya tan frágil.
La cuestión es hasta qué punto la FIA escuchará las quejas de los pilotos. Pero seguro que nadie quiere una guerra entre ellos, sobre todo cuando la F1 está floreciendo. Y si las cosas se recrudecen, se crearía una categoría de carreras propia en un santiamén.
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