¿Red Bull, el equipo de formación de la F1? Más bien lo contrario

Era comprensible que Red Bull no fuera para él. En el pasado, el piloto había sido apartado de la noche a la mañana por Christian Horner y Helmut Marko. Sin explicaciones, sin nada. Desaparecido. Como ha ocurrido tantas veces en las últimas temporadas, a menos que te llames Sergio Pérez, por supuesto, y traigas mucho dinero de patrocinio. Entonces se te permite seguir jugando.

Historias de éxito, pero también a menudo alboroto

En los más de 20 años que Red Bull Racing lleva en la Fórmula 1, el equipo se ha convertido en uno de los más exitosos de la historia de este deporte. Les encanta presumir de Max Verstappen y Sebastian Vettel, pilotos que se proclamaron campeones del mundo varias veces con coches Red Bull. Y con razón, aunque no hay que olvidar que Verstappen se proclamó campeón del mundo al menos dos veces por el mero hecho de ser Verstappen.

No cabe duda de que hubo historias de éxito, pero mucho más a menudo hubo problemas con pilotos, en su mayoría talentos que sí prosperaron en otros equipos tras abandonar la familia Red Bull. Alexander Albon y Pierre Gasly, por nombrar sólo dos del pasado más reciente. Red Bull es un cementerio de pilotos, muchos de los cuales salen por la puerta perjudicados. Lawson es la próxima víctima.

Red Bull no es el equipo que parece

¿Siempre es culpa de los pilotos? En parte, sin duda. Pero ya no hay incidentes aislados, esto es estructural. Un contrato en Red Bull puede marcar el comienzo de una gran carrera, pero mucho más a menudo se espera el momento en que te atacan y te echan. Es una historia repetitiva. No es el mejor entorno para los jóvenes pilotos, aunque el mundo exterior pueda verlo así. Al fin y al cabo, Red Bull es el equipo de entrenamiento.

Mientras tanto, los directivos de Red Bull siguen en sus puestos, aparentemente sin evaluar por qué se sigue echando a pilotos. ¿Es la cultura dentro del equipo? ¿Las condiciones internas no son tan buenas como se pensaba después de todo? Son preguntas lógicas, a las que Horner y compañía no parecen buscar respuesta. Hasta que lo hagan, estaremos esperando a que el próximo piloto sea criticado y finalmente tenga que marcharse.