GP de México al límite: ¿La carrera más importante de 'Checo' en la F1?

Sergio 'Checo' Pérez correrá este fin de semana su carrera de casa en el Autódromo Hermanos Rodríguez, y se vislumbra como el Gran Premio de México más importante en la carrera del piloto mexicano.

No porque 'Checo' llegue a la 20ma fecha como contendiente al título mundial de pilotos, disputa que Max Verstappen zanjó con solvencia en Qatar, sino porque el mexicano arriva a su tierra en desesperada necesidad de un buen resultado para consolidar su 2do puesto en el mundial de pilotos, y también para callar todas las voces que cuestionan su presencia, no solo en Red Bull Racing, sino también en la categoría reina del deporte automotor.

Tras la convulsa temporada de Checo, marcada por su sólido inicio de campaña, las controversias en torno a él y su compleja relación con el asesor de Red Bull, Helmut Marko, las polémicas desatadas por la lucha con Verstappen, su compañero de equipo, y las teorías sin sustento manejadas por la prensa mexicana de sabotaje y de tratos disparejos a los que 'Checo' habría sido sometido por la escuadra austríaca, el circo de la Fórmula Uno llega al país azteca en un ambiente de tensión palpable.

Verstappen, junto con su padre, Jos Verstappen, ex piloto de F1, y Marko han sido el objeto predilecto de ataque de los medios mexicanos todo el año, y esto aunado a la inexplicable pobre forma de 'Checo' en la pista, han generado discordia en un gran sector de la afición mexicana que solo ansía ver a su piloto triunfar, y que no pueden encontrar una explicación a su incapacidad de hacerlo, más allá de admitir que el holandés simplemente está un peldaño por encima del héroe local, cosa inaceptable para casi cualquier fan de cualquier piloto.

Entre llamamientos por parte de 'Checo' y su entorno, incluyendo a su padre, el senador Antonio Pérez Garibay, y de los organizadores del Gran Premio de México, instando a la fanaticada mexicana a celebrar el fin de semana de carreras en el país azteca con la calidez que los caracteriza, han surgido reportes de un grupo que intentaría bloquear la entrada del piloto holandés al circuito, y hasta de amenazas contra Verstappen y Marko, lo que provocó que Red Bull le asignara al tricampeón holandés más seguridad de la habitual durante su estadía en territorio mexicano.

Las circunstancias que se viven fuera del ámbito deportivo han acaparado los medios, incluso superando la importante lucha que 'Checo' sostiene con el siete veces campeón del mundo, Lewis Hamilton, de Mercedes, por la P2 en el campeonato de pilotos. De hecho, los ojos del mundo parecen estar puestos en el recibimiento y el subsecuente trato que los hinchas mexicanos le den al piloto holandés y al austríaco de 80 años. No obstante, el reloj sigue avanzando y se acerca la hora en la que los coches tocarán la pista por primera vez durante el fin de semana Gran Premio.

La presión en los hombros de 'Checo' debe ser monumental, y si bien la dinámica entre la afición y dos de las figuras claves de Red Bull está fuera del control del mexicano, podría terminar pasándole factura, pues significa más presión aún para el 2do posicionado en el clasificador general, cuando lo que necesita es todo lo contrario.

El día miércoles 'Checo' dió una rueda de prensa organizada por sus patrocinadores oficiales. En esta el piloto mexicano, aparte de las contadas sonrisas que el público presente pudo hacer aflorar en el rostro de su héroe con cánticos estruendosos de "¡Checo, Checo, Checo!", y "¡El viejo sabroso!", 'Checo' lucía apagado, con un entusiasmo ya diluido, y con una narrativa marcada por el habla en tiempo pasado. ¿De su temporada más complicada en la Fórmula Uno?; ¿De sus casi tres años como piloto de Red Bull?; ¿O de una ilustre carrera, sin duda la más exitosa de un mexicano en la máxima categoría?

Emitir un juicio sería caer en el oprobio de las conjeturas a expensas de un piloto que vive el momento más difícil de su carrera, y de una multitud que ha sido vapuleada y jaloneada en esta, aquella y en todas las direcciones posibles por un sector de los medios, que en lugar de informar se han dado a la labor de defender y justificar a toda costa el desempeño inconstante de 'Checo', y de avivar, irresponsablemente, el descontento que esto provocó en la gente que lo apoya.

Que el Gran Premio de México sea una fiesta para todos por igual. Que gane el mejor. Y si el destino tiene ganas de que sea 'Checo' el victorioso, ¿Qué mejor? Pero, si es otro el piloto al que le toca subirse al primer escalón del podio, entonces, como siempre: honor y respeto al vencedor y a los colores que defiende.