Después de años de estar activo en Le Mans (y de lograr el éxito allí), Peter Sauber dio el salto a la Fórmula 1. No utilizó motores de Mercedes como Le Mans, sino inicialmente con fuentes de energía de Ilmor. Un año después, Mercedes compró una participación en el fabricante suizo y Sauber apareció al inicio de la temporada con motores que llevaban el nombre de Mercedes.
La colaboración sólo duró un año: fue Mercedes la que puso fin. Sauber cambió a los motores Ford en 1995 y también vio subir a bordo otro nombre familiar de la parrilla actual: Red Bull. El fabricante de bebidas energéticas compró parte de las acciones de Sauber, tras lo cual el equipo de carreras suizo logró mejores resultados. Al principio lo consiguieron, pero un año después Sauber volvió a caer. El proveedor de motores Ford fue dejado de lado y esta vez Ferrari sería el socio elegido para intentar cambiar el rumbo.
Un enfoque similar al que tiene Haas hoy se vió en su día con Sauber hasta 2005. Compró casi todas las piezas a Ferrari, lo que no resultó en un problema para la FIA. Mientras Sauber fabricara el chasis, el organismo rector no vio nada malo con este controvertido enfoque.
Sangre fresca
Un muy joven Kimi Raikkonen apareció en Sauber en 2001 y ocupó uno de los dos asientos. El finlandés sorprendió a muchos y terminó décimo en su temporada de novato, pero no antes de que Red Bull vendiera todas las acciones.
En 2005, BMW se hizo con una participación en Sauber y la escudería suiza apareció a principios de 2006 con motores del fabricante alemán. Fue una asociación que también duró sólo unos años, antes de que BMW anunciara su salida de la Fórmula Uno. En 2010 regresó a los motores de Ferrari.
Alfa Romeo Racing
En 2017, Frederic Vasseur tomó el mando de Sauber y comenzó una importante limpieza. Esto duraría el resto del curso. Sólo al siguiente año se cosecharían los beneficios. A finales de año, revelaron que restablecerían su alguna vez estrecha asociación con Ferrari y Sauber estaría en la parrilla como Alfa Romeo-Sauber a partir de 2018. Parte de esa asociación fue la contratación de Charles Leclerc, para que pilotará junto a Marcus Ericson.
Los puntos los ganó el equipo ese año principalmente gracias a Leclerc, que luego se convirtió en el sustituto de Raikkonen en Ferrari en 2019. El finlandés regresó al equipo donde debutó en 2001. Junto al “Iceman” pusieron al protegido de Ferrari, Antonio Giovinazzi, como la segunda parte de la dupla de pilotos, que tenía la tarea de utilizar su experiencia para llevar a Sauber a lo más alto del mediocampo, aunque bajo el nombre de Alfa Romeo Racing.
En 2019, Alfa Romeo volvió a alcanzar la octava posición en la clasificación y sumó muchos puntos, especialmente antes de las vacaciones de verano. Después de esto, Giovinazzi ganó algunos puntos más, pero la falta de liquidez financiera fue un revés muy fuerte. Los años subsecuentes fueron extremadamente difíciles para el conjunto suizo.
Stake en 2024
Alfa Romeo tuvo un año 2022 extremadamente exitoso. Especialmente en la primera mitad de la temporada, Bottas y Zhou terminaron en los puntos con regularidad y el finlandés en particular tuvo un desempeño muy consistente. Más adelante en la temporada, el equipo tuvo algunos problemas, pero logró vencer a Aston Martin en la clasificación de constructores. Durante 2022, también consiguieron un acuerdo con Audi. Los alemanes entrarán en la Fórmula 1 en 2026, reemplazando a Sauber.
Ambos equipos terminaron la temporada con el mismo número de puntos, pero el quinto puesto de Bottas en Imola inclinó las balanzas en favor de Alfa Romeo. Le valió al equipo 12 millones de dólares en premios adicionales, una recompensa muy bienvenida ya que no alcanzaron a llegar al límite presupuestario ese año.
