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Se acerca el último plazo para la congelación de motores: ¿cuáles son las normas?

12 de agosto de 2022 en 19:56
Última actualización 18 de agosto de 2022 en 21:03
  • GPblog.com

Los equipos de Fórmula 1 se están preparando para la segunda mitad de la temporada, que comienza a finales de agosto en el circuito de Spa-Francorchamps. Sin embargo, entre bastidores están trabajando en un plazo más, ya que se acerca la parte final de la congelación de motores. GPblog hace un balance de la situación.

¿Cómo ha funcionado de nuevo?

Como está previsto un nuevo reglamento de motores a partir de la temporada 2026, la FIA decidió, junto con los equipos, congelar el desarrollo de las fuentes de energía en los próximos años. Así se garantiza que los proveedores de motores tengan la oportunidad de centrarse plenamente en el nuevo motor y no tengan que completar un programa doble para mantener el rendimiento de los equipos en los próximos años.

Red Bull Racing fue uno de los impulsores de la congelación. El equipo austriaco sabía que Honda se marcharía y quería seguir utilizando el motor Honda en los próximos años. Red Bull acabó consiguiendo que los equipos aceptaran la política, permitiéndole trabajar con Red Bull Powertrains en el futuro.

A partir del 1 de marzo, ya no se permite cambiar varias piezas. Entre ellas están el ICE (motor V6), el sistema de escape, la especificación del aceite del motor, el turbo, el MGU-H y la especificación del combustible. Hasta la temporada 2025, los equipos sólo podrán utilizar las versiones de las piezas aprobadas antes de la fecha límite en el parque de competición.

¿Qué es lo que ya no está permitido a partir del 1 de septiembre?

Por una serie de aspectos, los equipos impusieron una fecha límite posterior para poder seguir retocando el rendimiento de la unidad de potencia. Por ello, además de la fecha límite del 1 de marzo, la FIA decidió incluir la fecha del 1 de septiembre en el reglamento, lo que permite a las escuderías introducir mejoras en el motor en tres ámbitos.

En las áreas de almacenamiento de energía (batería), MGU-K y mejora de la especificación de la electrónica de control, las formaciones todavía tienen la oportunidad de mejorar sus coches en las próximas semanas. Sin embargo, cuando comience el nuevo mes, la atención de los proveedores de motores se centrará en 2026 y los equipos se quedarán con su rendimiento actual.

¿Hay excepciones a las normas?

Como suele ocurrir en el deporte, habrá excepciones de motores hasta 2026. Por ejemplo, la FIA permite cambios en el motor, pero el objetivo directo no es mejorar el rendimiento.

Está claro que los equipos siempre argumentarán que los cambios solicitados son por otros motivos, pero la organización ha encontrado una solución. Mientras que la FIA sólo se ocupa de las solicitudes cuyo objetivo es la fiabilidad, la seguridad, la reducción de costes o los cambios mínimos incidentales, hay un segundo paso.

La FIA llevará la misma solicitud a los demás proveedores de motores para que den su opinión al respecto. A continuación, tendrán todas las oportunidades para dar a conocer su opinión, tras lo cual la organización tomará una decisión. Por tanto, no será fácil realizar cambios en el motor después del 1 de septiembre.

Sin embargo, se permiten pequeños ajustes en los motores. Sin embargo, son detalles que no permitirán a los equipos obtener mucha más velocidad de sus coches. Por lo tanto, la FIA parece vigilar de cerca la situación en los próximos años.

¿Qué significa esto para Ferrari?

Principalmente, a Ferrari le esperan unas semanas muy ajetreadas. La escudería italiana descubrió que su motor era menos fiable de lo esperado, lo que hizo que Carlos Sainz y Charles Leclerc se retiraran de la carrera. Anteriormente, se anunció que Ferrari llevará a cabo una actualización del motor antes del 1 de septiembre.

Esta actualización del motor, con el conocimiento de la congelación del motor, proporcionará la fiabilidad necesaria. Sin embargo, está por ver si eliminará por completo los problemas de Ferrari. Por tanto, la fábrica italiana no estará tranquila en las próximas semanas.

El equipo de Mattia Binotto se enfrenta a un gran riesgo. Si en septiembre se comprueba que el motor sigue sin ser fiable, dependerá en gran medida de que las marcas competidoras realicen cambios. Si la FIA emite un dictamen negativo, Ferrari podría enfrentarse a un año de problemas. Y entonces el primer título mundial desde 2007 quedaría de repente muy lejos.