Leclerc comparte su emotiva historia: "Perder a mi padre tan pronto me cambió".
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Charles Leclerc ya ha perdido a muchos seres queridos en su vida. El monegasco no sólo perdió a su padre, sino que su padrino Jules Bianchi y su buen amigo Anthoine Hubert también murieron demasiado jóvenes. En el libro "Le Prodige" (El Prodigio), del escritor Rémi Boudal, el piloto habla del duelo, escribe Speedweek.com.
Charles Leclerc aún corría en Fórmula 2 cuando perdió a su padre a causa del cáncer. Hervé Leclerc murió con sólo 54 años. " No estás preparado en absoluto para algo así", declaró abiertamente Leclerc. "Tras la muerte de Jules, este nuevo golpe fue muy difícil de digerir. Esa época difícil me ayudó a madurar. Me hice mentalmente más fuerte. Perder a tu padre tan pronto te cambia para siempre".
El padre Leclerc, su mayor admirador
A pesar de su dolor, el ahora pentacampeón siguió corriendo. A su padre le habría encantado verle ganar. "Mi padre era mi mayor fan y quería que rindiera al máximo. Estoy seguro de que habría querido que siguiera corriendo, quería ganar por él".
Bianchi habría ido a Ferrari
Al igual que Charles, el buen amigo Jules Bianchi habría dado el salto a Ferrari tras un aprendizaje en un equipo menor, en el caso de Bianchi, Marussia. Lamentablemente, Bianchi murió en un accidente en pista antes de poder llegar a Ferrari. "Estoy seguro de que Jules habría conseguido más que yo. Por desgracia, el destino tenía otros planes para él".
Grandes recuerdos de Hubert
Más recientemente, Leclerc perdió a otro amigo íntimo: Anthoine Hubert. " Tuvimos muy buenos momentos juntos y también algunos menos buenos, en los que nos peleábamos y las cosas no acababan bien", recuerda el piloto de Ferrari. "Pero mirando hacia atrás, esos también son muy buenos recuerdos". Un día después de la muerte de Hubert, Leclerc consiguió su primera victoria en Fórmula 1 en Spa.