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Sainz vs Leclerc, la picante rivalidad que tiene hablando a toda la F1

Sainz vs Leclerc: El duelo interno más intenso de la parrilla de F1

3 de julio en 12:30
  • Norberto Mujica

Carlos Sainz y Charles Leclerc vivieron una situación áspera durante el Gran Premio de España que se extendió hasta sus declaraciones a los medios. Fred Vasseur, jefe del equipo italiano, haría bien en cortar esta situación de tajo, para impedir que se convierta en un problema que ponga en riesgo su recientemente diluido rol en la pugna por el Campeonato Mundial de Constructores.

A mediados de Febrero, Ferrari se vió involucrada en una situación incómoda. El fichaje de Lewis Hamilton por la Scuderia se filtró a los medios, y en lugar de gozar de meses de calma interna en el equipo antes de informar al saliente Carlos Sainz alrededor del parón de verano que no iban a continuar con él, tuvieron que hacer el anuncio antes de que la temporada iniciara. ¿Las consecuencias? Ferrari las está sintiendo desde hace un tiempo ya.

Desde Bahréin, Sainz fue el piloto más sólido del par. Esta tendencia se vería interrumpida en Miami, coincidiendo con la integración de las primeras actualizaciones de la temporada del equipo italiano. Sin embargo los roces entre ambos pilotos empezaron en Australia, cuando el recién operado Sainz se impuso con autoridad a Leclerc. La situación fue alcanzando puntos cada vez más álgidos en China, con el Gran Premio de España siendo escenario de la peor de las disputas entre ambos, a falta de trece fechas por disputarse aún en el Mundial. La realidad, sin ánimos de justificar, es que ambos tienen buenas razones para haber adoptado sus actuales posturas.

Sainz busca un futuro competitivo en la F1

A principios de año el nombre ‘Carlos Sainz’ estaba en boca de todos. ‘Red Bull Racing negocia con Sainz’, ‘Sainz en el punto de mira de Mercedes’, leían algunos titulares, o algo similar al menos. Tras unos cuantos meses, el asiento de Sergio Pérez, incomprensiblemente, fue confiado nuevamente al mexicano, y el posible enroque Hamilton-Sainz entre Mercedes y Ferrari se vió truncado por Andrea Kimi Antonelli, talento superlativo, según Mercedes, porque en la F2 todavía le queda mucho por demostrar. 

Las verdaderas opciones del español se revelaron entonces: Audi, incógnita rotunda debido a la complejidad de las normas del motor y la falta de impacto en el rendimiento que se estima va a tener la aerodinámica en el nuevo reglamento; Williams: cuyas esperanzas de regresar a ser competitiva son la Unidad de Potencia Mercedes, que se rumora es la más fuerte, y el fuerte liderazgo de James Vowles, el carismático jefe del equipo británico que ha convencido a tres decenas de nombres importantes a lo largo del paddock de unirse a la emocionante aventura en Williams; y Alpine, quienes tras decidir separar su camino del de Esteban Ocon a finales del presente año y contratar a Flavio Briatore como asesor, habrían hecho una oferta al español, según reportó Motorsport.com. 

Hacerse con un asiento competitivo para el próximo año ya no es una opción. El 2025 será un año puente y su mirada estará puesta en el 2026, año del cambio de reglamento más grande y restrictivo que ha experimentado la categoría en su historia. Dejar Ferrari por un equipo que apenas puede entrar en los puntos, cuando el español ha hecho un trabajo más sacrificado -en términos de órdenes de equipo- y ligeramente más pulcro que Leclerc en su tiempo juntos, debe doler. Que Sainz conduzca con una espina clavada en el costado no es descabellado, sólo basta con comparar su manera de correr este año con sus temporadas anteriores. Hay fuego ahí.

Leclerc no quiere convertirse en el segundo piloto de Ferrari

El piloto del auto 16 había sido descrito a menudo con diversos adjetivos aludiendo a características superlativas en años anteriores. Sin embargo, el monegasco no ha rendido los dividendos esperados. De hecho, por eso Ferrari ha traído a Lewis Hamilton, para hacer lo que Leclerc no puede: liderar un equipo puntero. Tras destronar a un ya desmotivado Sebastian Vettel, Leclerc fue elegido como el piloto número uno de la Scuderia. Mismo título que entró en disputa ni bien Sainz puso pie en el garaje italiano. El primer año del duelo entre ambos terminó con Sainz por delante de Leclerc, el segundo fue para el monegasco, el tercero Sainz volvió a ser el mejor, pero el madrileño se vió perjudicado por varias órdenes de equipo y por el infortunio con la tapa de la alcantarilla en Las Vegas. 

Leclerc no tiene la autoridad de Max Verstappen, de Michael Schumacher o de Lewis Hamilton y carece del carácter y la personalidad requeridas para sacar ese extra del personal de la fábrica y del equipo de carreras, necesario para triunfar en la F1. Su temperamento, algo de lo que se ha hablado y mucho, entorpece sus capacidades conductivas. Chocar deliberadamente con un rival es absurdo, y hacerlo porque te bloqueó en una FP3, lo es aún más. ¿Qué va a hacer cuando esté en medio de una lucha por el Mundial de Pilotos? Una pregunta que seguramente pasó por las cabezas de Piero Ferrari, Benedetto Vigna, John Elkann y Frederic Vasseur, altos mandos del equipo italiano. Ante este panorama está más que claro que la presión en los hombros del monegasco no hace sino aumentar exponencialmente, cosa que es palpable. El futuro que había imaginado se está desvaneciendo enfrente de él, y poco ha hecho para evitarlo.

Puesto así no es difícil comprender que la rencilla entre Sainz y Leclerc tiene un punto de origen: Ferrari. Al primero le agradecieron por los servicios prestados de una manera hiriente, cuando parecía haber más por explorar en esa relación, y al segundo lo cargaron de sobremanera con una responsabilidad monumental. ¿El heredero de Schumacher les suena conocido? Un apodo, entre muchos, brindado por los tifosi. ¿Qué hizo Ferrari? En ningún momento salió a calmar las aguas, ni a reducir las expectativas, y por ende la presión, en torno a su piloto.

En retrospectiva dichas expectativas fueron mucho más allá de lo que Leclerc ha podido demostrar en pista, y ese choque aspiración-realidad... En la vida hay pocas cosas más fuertes que esa, especialmente en la de un atleta de alto rendimiento en un deporte de alto riesgo. Con la décimo segunda ronda del campeonato a punto de disputarse, es seguro que no habremos visto el último capítulo de esta picante rivalidad que podría tener consecuencias bastante profundas, para el futuro de ambos y para las aspiraciones al título de Constructores del 2024 de Ferrari.