Opinión GP Bélgica 2022 | Una nave espacial y diecinueve Fórmula 1

12:13, 31 ago 2022
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Max Verstappen logró llevarse el Gran Premio de Bélgica de una forma casi abusiva frente a sus competidores en la lucha por el Mundial. Los títulos mundiales están ya a una distancia casi imposible de los de Maranello y todo apunta a que, si seguimos a este ritmo, Verstappen y Red Bull se podrían llevar los títulos mundiales en Estados Unidos (o incluso antes). Así que vamos a repasar lo que ha dado de sí este Gran Premio de Bélgica en nuestro adorado circuito de Spa-Francorchamps.

Spa-Francorchamps, al pie del cañón

Durante los últimos meses estuvo rondando por el paddock el rumor de que el circuito de Spa-Francorchamps se podría caer del calendario la temporada que viene. Desde el infame "no-Gran Premio" de 2021, se ha estado trabajando día y noche desde la organización del circuito para mejorar las cuestiones de seguridad que habían perturbado la presencia del circuito en el calendario de la Fórmula 1. Y tras una renovación en las zonas del trazado que precisaban mayor atención para mejorar la seguridad de los pilotos mezclado con el trazado mágico que todos conocemos, nos ha dado un fin de semana con esperanzas renovadas para el circuito de las Ardenas.

La seguridad del circuito, los aficionados y lo que supone ver a 20 monoplazas rodando por este asfalto mítico han hecho que la experiencia como aficionado haya sido de diez; lo que les ha valido su presencia en el calendario de la Fórmula 1, al menos, hasta el año que viene.

Max Verstappen: un extraterrestre en una nave espacial

Lo de Max Verstappen es ya de otro mundo u otra galaxia. Partía decimocuarto, tras sancionar por cambiar varios elementos del motor y la caja de cambios y, en tan solo 1 vuelta, logró entrar en la zona de puntos en la octava posición. Lo más increíble de todo es que, tan solo dieciséis vueltas después, lideraría la carrera y, a partir de ahí, pondría pies en polvorosa con un Checo Pérez, cuya nave espacial se ha visto bastante mermada a lo largo de la temporada.

La diferencia que le sacó Verstappen a Checo al final de la carrera fue de 17,841 segundos, y reiteramos: saliendo decimocuarto. Esta carrera fue un paseo con la mano por fuera de la ventanilla del piloto neerlandés que da pavor a todos los aficionados de la Fórmula 1, no solo por lo que resta de temporada, sino también por lo que puede suponer de cara al fin de la normativa de congelación de motores allá por 2025. ¿Será esta una nueva época de dominación en la Fórmula 1? No sería tan descabellado pensarlo así, ya que la experiencia nos ha dicho en varias ocasiones que esto ha pasado y podría volver a suceder.

Por su parte, Checo Pérez logró un segundo puesto y, por ende, un 1-2 de Red Bull, en una carrera sin grandes sobresaltos para el mexicano. Solamente adelantó al Ferrari de Carlos Sainz; tarea que fue bastante fácil viendo el ritmo que eran capaces de desplegar los Red Bull y las carencias de Ferrari, pero que no fue suficiente para entrar en los tiempos extraterrestres de su compañero de equipo, Max Verstappen.

Ferrari en su línea, o incluso peor

La carrera de Spa-Francorchamps fue otro clavo en la tumba para los tifosi. Durante esta temporada, hemos visto como Ferrari ha tenido un coche competitivo al frente, pero con una estrategia terrible que les ha costado un número incalculable de puntos a lo largo de la presente campaña. Pero lo que no habíamos visto este año había sido a una Ferrari decadente, cuesta abajo y sin frenos en temas de rendimiento, pues la falta de ritmo en Spa llegó a ser insultante. Sea mérito de Red Bull o desmérito de Ferrari, esto no se puede permitir porque, a este paso, Ferrari: sin rendimiento ni estrategia, va a convertirse en un equipo de zona media.

En lo que atañe a la actuación de los pilotos, Carlos Sainz completó una carrera que para lo que tenía, fue impecable. No podía competir con las naves espaciales austríacas y se tuvo que conformar con el último escalón del podio. Eso sí, sufriendo durante la segunda mitad de la carrera para no perder la tercera posición con el Mercedes de George Russell. Aún así, el piloto madrileño exprimió al máximo las oportunidades que tuvo durante la carrera.

Si hablamos de Leclerc, su carrera fue un auténtico desastre. Partía decimoquinto, detrás de Verstappen, y su objetivo era idéntico al del neerlandés: escalar el mayor número de posiciones para obtener la mayor cantidad de puntos posibles, pero su carrera se vio truncada desde la primera vuelta. Verstappen, que estaba en frente del monegasco, arrancó un tear-off de su visera, con la mala fortuna de que esta acabó en la zona de la rueda delantera derecha, lo cual provocó que esta diera datos erróneos al muro de ingenieros y tuviera que parar en la primera vuelta. Su problema parece que no logró erradicarse en la carrera, ya que anduvo muy falto de ritmo y luchando en la zona media de los puntos.

Pero para colmo fue el intento de vuelta rápida al final de la carrera: el equipo paró a falta de una vuelta a Leclerc en boxes para montar neumático blando e intentar hacer la vuelta rápida, pero el equipo no calculó bien la distancia con el piloto de atrás, que era Fernando Alonso y el asturiano le adelantó en la recta de Kemmel, cosa que el monegasco logró solucionar en pocas curvas. Y bien, todo esto se habría quedado en una mera anécdota y un leve error del muro de ingenieros de Ferrari, si no fuera porque ese tear-off de Verstappen que le condicionó la carrera desde la primera vuelta, también daño el sensor de límite de velocidad en boxes y logró que Charles entrara por encima del límite, incurriendo en una sanción de 5 segundos que le relegó a la sexta posición. Desastre e ignominia de los del Cavallino Rampante.

Mercedes: cara para Russell, cruz para Hamilton

El equipo alemán disputó el Gran Premio de Bélgica con tan solo un coche, ya que Lewis Hamilton abandonó tras un error intentando adelantar a Fernando Alonso en la chicane de Les Combes en la primera vuelta. Error claro de Lewis Hamilton, que encerró a Alonso en el interior y provocó que la rueda delantera izquierda del asturiano colisionara con la trasera derecha del británico, causando que el siete veces campeón del mundo saltara por los aires y dañara irreversiblemente su monoplaza. La batalla mediática entre estos dos prosiguió cuando Lewis escuchó la radio de Alonso tras el incidente, en la que le llamaba "idiota" y en los últimos días, el de Stevenage ha lanzado pullas contra el español en sus redes sociales, siendo fruto de risas y memes por parte de la comunidad de F1 en las RRSS.

George Russell fue la cara de Mercedes, que aunque la clasificación de las flechas de plata augurase un fin de semana terrible, como de costumbre, su ritmo en carrera fue asombrosamente mejor y lograron exprimir el máximo del W13, haciendo que, como mencioné anteriormente, George Russell estuviera durante la seguna mitad de la carrera, respirando en el difusor de Carlos Sainz, en su lucha por el podio. En definitiva, otro Top 5 que obtiene el piloto de King's Lynn esta temporada que se coloca 4º en el Mundial de Pilotos, con 170 puntos.

Con todo lo que hemos visto en este Gran Premio de Bélgica, lo único que podemos pensar es que tendría que llegar un milagro para que Max Verstappen no sea bicampeón del mundo esta temporada. La próxima cita será este mismo domingo, en la que viajaremos unos pocos kilómetros y, para colmo, nos encaramaremos en el feudo de Max Verstappen: Zandvoort. Dicho lo cual, les espero la semana que viene con todo lo que haya dado de sí el Gran Premio de los Países Bajos.