Max Verstappen estaba corriendo en el simulador unos días antes del Gran Premio de Austria cuando, de repente, sufrió un tremendo dolor en el codo: "Aaah, mi codo", gritó el vigente campeón del mundo de Fórmula 1. "¡Dios mío! Lesión, lesión!", dijo el holandés. Afortunadamente, Verstappen pudo sonreír unos segundos después.