Helmut Marko se encuentra en un segundo periodo de éxitos con
Red Bull Racing. Mientras que la escudería austriaca ganó el campeonato del mundo cuatro veces entre 2010 y 2013 con
Sebastian Vettel, ya va por la mitad con
Max Verstappen. Marko, sin embargo, no olvida de dónde viene.
El inicio de la era híbrida impidió a Red Bull continuar su racha de títulos mundiales con Vettel. El equipo perdió su superioridad en la Fórmula 1 y vio cómo Mercedes daba un gran salto adelante, con
Lewis Hamilton como hombre célebre durante mucho tiempo.
A excepción del título mundial de
Nico Rosberg en 2016, el británico consiguió mantener el primer puesto del mundial hasta 2020. Para Red Bull, no había lucha posible. "
El dominio de Mercedes durante al menos los cuatro primeros años se debió a un rendimiento superior del motor", declaró Marko en una entrevista con
Motorsport-magazin.com.
Periodo difícil para Red Bull
Con la llegada de Verstappen en 2016, pronto se convenció de que tenía entre manos a un futuro campeón del mundo. Sin embargo, en ese momento, todavía no podía proporcionar al talentoso piloto un coche que permitiera al holandés cumplir esas ambiciones, lo que provocó frustración.
Según Marko, mantener contento al equipo no era nada fácil, pero no había nada más que hacer. "Era difícil mantener alta la motivación cuando la gente ve que tienes un motor con el que no puedes ganar", dijo.