En la antesala al Gran Premio Británico, Christian Horner, jefe de equipo de Red Bull Racing, declaró que necesitaban a dos Red Bull desesperadamente, aludiendo a qué sólo Max Verstappen es capaz de competir al filo de la parrilla para el constructor austriaco, haciendo eco de las declaraciones de Óscar Piastri ayer, y añadiendo que necesitaban recuperar al Sergio Pérez de las primeras cinco carreras. Sin embargo, la mejora del mexicano es improbable, si no es que imposible, y parece destinado a ver el fin prematuro a su recién renovado contrato con el equipo actual campeón del mundo, tras confirmar su terrible forma con el fin prematuro a su sesión clasificatoria en Silverstone.
Uno de los aspectos sobre los cuales se fundamentó el nuevo reglamento fue el incremento en el porcentaje de impacto del piloto en el resultado, es decir, que las habilidades de los pilotos jueguen un papel más relevante en las carreras, y que el rendimiento del auto no sea el factor dominante a la hora de decidir una carrera. Con dicha meta era más que obvio que el reglamento debía de cambiar significativamente, y por ende, el comportamiento de los autos también cambió. De ser coches extremadamente complejos y específicos en cuanto a la filosofía aerodinámica, la F1 regresó unas cuatro décadas al pasado para adoptar una filosofía mucho más rudimentaria, pero que ayudaría a la categoría reina a alcanzar el cúmulo de metas propuestas para cumplir con el objetivo principal: mayor entretenimiento.
Al depender de la carga aerodinámica generada por la succión generada entre el suelo dotado con sensibles canales Venturi y la superficie de la pista hay varios factores que entran en juego. Si hay diferencia de relieve en la superficie de la pista el auto perderá carga aerodinámica. Si los bordillos son muy altos, pasa lo mismo, haciendo que el comportamiento de la máquina adopte características impredecibles a mitad de la curva, por ejemplo.
Aunado a esto, la eficiencia aerodinámica de los autos actuales dependen, en su gran mayoría, de la velocidad. Si el auto va lento, el espacio entre el suelo y la pista pierde presión y por ende, carga aerodinámica también. Es por esto que Max Verstappen ha dicho que los coches de esta era parecen botes en las curvas de baja velocidad, además de que también, gracias a lo rudimentario del efecto suelo, han perdido mucha agilidad. Esto, a pilotos como Pérez, Daniel Ricciardo -el hombre que sustituiría a Pérez este verano-, y en mucha menor medida, Lewis Hamilton y Carlos Sainz, les ha pasado un poco de factura, y se han visto incapaces de igualar sus niveles de rendimiento actuales, comparados a los que ostentaron en la era previa de F1. ¿Adónde se han ido las capacidades de administración de gomas de Pérez y de Hamilton? ¿La confianza en frenada de Daniel Ricciardo? ¿La velocidad bruta de Sainz en McLaren?
El mexicano una y otra vez lo ha demostrado, simplemente está muy lejos de Verstappen. Desde su llegada a Red Bull Racing en 2021 ha estado a millas de Verstappen. Además, muy a menudo deja que competidores directos de Red Bull se cuelen entre él y su compañero de equipo. ¿Para qué quiere Red Bull un buen segundo piloto? En caso de que suceda lo que ocurrió en Austria el fin de semana pasado, el segundo auto esté ahí para hacerse con la victoria, o al menos con un podio y así mitigar la caída en el orden del otro auto.
Además, un buen auto, y sus creadores merecen el crédito certero y correcto de su trabajo. Hay una narrativa en los medios que asegura que Verstappen hace lucir mejor al Red Bull, de lo que realmente es. Pero, sería igual de justo decir que Pérez hace lucir a Red Bull, al equipo en general, a todos los que están involucrados en su garaje, peor de lo que son en realidad. A estas alturas, esperar que Pérez mágicamente suba el nivel mostrado en los últimos tres años y fracción es ilógico. Un bajón de forma está definido por el eventual ascenso que le pone fin. Si no existe tal ascenso, entonces se trata de una forma que no puede ser juzgada como otra cosa que deficiente.
Checo Pérez necesita mejorar, pero no lo hará. No porque sea un mal piloto, sino simplemente porque no es tan bueno como los mejores. Luchando contra alineaciones como George Russell y Lewis Hamilton de Mercedes, Lando Norris y Oscar Piastri de McLaren, y Charles Leclerc y Carlos Sainz de Ferrari, necesitas a los mejores, y el mexicano ha hecho indefendiblemente obvio, que no pertenece a esa camada. Un piloto sólido capaz de hacer grandes carreras en coches de media parrilla bajo el reglamento anterior, sí. De momento, sus habilidades a los mandos de los coches actuales han a menudo quedado en una deuda sustancial y Red Bull no tiene más tiempo que perder. Tal y como dijo Horner, Red Bull necesita “desesperadamente” a dos autos luchando en la cima contra ambos McLaren, ambos Mercedes y ambas Ferrari y largando desde la P19 mañana en Silverstone, los austriacos, por enésima vez, sólo contarán con un sólo auto arriba, con Verstappen en P4. Vienen tiempos de cambio en Milton Keynes.