Este fin de semana se celebrará la 58va edición del Gran Premio de Canadá. En GPBlog hacemos un recuento de las cinco mejores carreras en suelo canadiense de la historia.
Esta era la 13va edición del Gran Premio de Canadá. Esta vez, el escenario fue la pista de Mosport Park, ahora Canadian Tire Motorsport Park, en la región de Ontario. El circuito canadiense es rápido, técnico, y tiene una fluidez libre que se asemeja al segundo sector de Spa-Francorchamps. Curvas largas y rápidas, ciegas, con inclinación, comba y cambios de altitud son algunos de los atributos que hacen de este circuito uno de los más atractivos de América.
Sin embargo, en los 70’s durante una de las eras más peligrosas del deporte, en condiciones de lluvia, con coches que se asemejaban más a go-karts modificados que a un coche de Fórmula tal y como los conocemos ahora, hicieron de esta una carrera dura y caótica que vió por primera vez en la historia de la categoría, a un auto, un Porsche 914 amarillo, ser usado como “coche de seguridad” durante un Gran Premio.
El resultado oficial de la carrera tiene al norteamericano, Peter Revson como el ganador del Gran Premio de Canada de 1973. No obstante, tras el cese de la lluvia que azotó la primera parte de la carrera se vino una ronda de paradas en los pits por llantas de piso seco. Pero, el problema es que en esos tiempos las paradas en boxes eran una rareza y cuando una gran parte del pelotón entró a boxes, la confusión reinó, no solo en los pilotos y equipos, sino también en los oficiales de carrera.
El australiano, Howden Ganley, a bordo de un Iso-Marlboro-Ford lideraba el grupo en el que también iban el talentoso inglés, James Hunt, y Revson, sin embargo, los oficiales otorgaron la victoria al estadounidense. Ganley ha comentado que él siente que ganó la carrera porque las tablas oficiales de los comisarios dicen que él paró en los boxes, cuando el australiano nunca entró a pits.
Esta carrera siempre será recordada como uno de los días en los que un inspirado héroe romántico que todavía mueve las fibras de todos los fans del deporte automotor, (me conmueve escribir esto), Gilles Villeneuve, condujo una de las mejores carreras de su vida, si no es que la mejor.
Bajo la lluvia canadiense, en una configuración más complicada del actual circuito de Montreal, Villeneuve tuvo un incidente al intentar sacarle la vuelta a Elio de Angelis que descolocó su alerón delantero. Pero, la pieza aerodinámica en lugar de caerse se atoró en la nariz bloqueando la vista del mágico canadiense, quien tuvo que manejar durante varias vueltas valiéndose tan solo de su visión periférica, su memoria y sus instintos, aparte de por supuesto tener que inclinar su cabeza a los lados para intentar ver la pista bajo la lluvia torrencial.
Mientras conducía, la presión que generaba el flujo de aire sobre el ala rota hizo que se soltase repentinamente. Pero, Villeneuve no paró en boxes. En vez, decidió seguir adelante hasta terminar en un ampliamente merecido y épico tercer lugar. El hecho que añade un valor profundamente romántico a la hazaña del canadiense es que lo hizo a bordo del auto de sus sueños, un Ferrari.
La era de Ferrari vs McLaren, Schumacher vs Hakkinen, Todt vs Dennis. La 36ta edición del Gran Premio de Canadá tuvo lugar el 13 de junio de 1999. Ese día un trío de campeones bautizó un muro. Michael Schumacher había conseguido una pole de las suyas, brillante, logrando vencer al finlandés, Mika Hakkinen, su rival directo en el campeonato. Sin embargo, el alemán no pudo convertir su pole en victoria ya que, al igual que Jacques Villeneuve y Damon Hill, Schumacher terminó su carrera, no en la línea de meta, sino contra el famoso muro en el exterior de la curva 13, el cual después de ese día fue nombrado como "El Muro de los Campeones".
La edición de 1999 del Gran Premio de Canadá fue una carrera marcada por abandonos, errores y coches de seguridad. Hakkinen pudo conducir una carrera prolija que le adjudicó la victoria, mientras que Eddie Irvine produjo una carrera magistral que le valió su único récord de vuelta más rápida en un Gran Premio en su paso a través de la categoría, y un tercer lugar con sabor a triunfo tras una luchada remontada desde la mitad del pelotón.
Un grande empezaba a escribir su nombre en los anales de la historia de la categoría, un nombre que será recordado siempre como uno de los mejores pilotos en jamás conducir en la Fórmula Uno, Lewis Hamilton. El inglés en la sesión clasificatoria de cara al Gran Premio superó a su compañero de equipo, nada menos que Fernando Alonso, reclamando para sí la primera de las 103 pole positions que hoy ostenta. Pero, el emocionante piloto de Stevenage se guardó lo mejor para el domingo.
El día del Gran Premio, un brillante Hamilton mostró madera de campeón al conducir con temple y juicio desde la pole hasta la victoria, mientras tras él, un Fernando Alonso caótico cometía error tras error que lo hicieron caer en el orden desde el segundo lugar en el que inició la carrera, hasta el 7mo puesto donde eventualmente terminó el Gran Premio.
La carrera contó con muchos abandonos, dos descalificaciones, pero también dos conducciones notables por parte de Heikki Kovalainen y Alexander Wurz. El finlandés y el austríaco partieron 19no y 20mo respectivamente. Kovalainen pudo terminar en un impresionante 4to lugar, al mismo tiempo que Wurz se hacía con el último escalón del podio después de haber completado 40 vueltas en llantas super blandas, tras haber apostado por una sola parada. Esta fue también la carrera en la que Robert Kubica tuvo un espantoso accidente que lo dejó fuera de acción para el siguiente Gran Premio, en Estados Unidos.
El Gran Premio de Canadá de 2011 lo tuvo todo. Jenson Button, después de una colisión que tuvo como consecuencia el retiro de la carrera de su entonces compañero de equipo, Lewis Hamilton, y además de una penalización por exceder el límite de velocidad en el pit lane que significó su retroceso en el orden de carrera hasta la 15va posición, estaba teniendo, sin lugar a dudas, el peor Gran Premio de su carrera en la Fórmula Uno.
Después de una suspensión de dos horas y media debido al diluvio que cayó aquel día sobre el Circuito Gilles Villeneuve, durante la relanzada, el británico todavía tuvo una segunda colisión, esta vez con Fernando Alonso, quien se vió obligado a abandonar el certamen tras el incidente. Pero, el McLaren Mercedes de Button no salió ileso ni mucho menos. El campeón del Mundial de Pilotos del 2009 tuvo que regresar a los boxes y cambiar de neumáticos. A pesar de que llegó a ocupar la plaza número 21 en el orden de carrera tras la parada, Button pudo hacerse con la victoria. ¿Por qué? Porque así es la Fórmula Uno cuando pisa Canadá. Es algo de locos que no se puede entender, solo vivir.
Fue un triunfo luchado, que lo vió remontar en dos ocasiones desde el fondo del pelotón, aprovechar errores de pilotos en mejores coches y capitalizar en lo que sería una verdadera locura de carrera. Con el período de suspensión de dos horas y media y con más de 20 vueltas conducidas detrás del auto de seguridad que tuvo que salir seis vices, lo que supuso otro récord, añadido al de haber sido la carrera más larga en la historia de la Fórmula Uno, con una duración de 4 horas, 4 minutos y 39.537 segundos.
Con esta nota es posible, y quizá también resulte acertado, sugerir que los Grandes Premios de Canadá son controversiales, caóticos, difíciles, extraños, irracionales, peligrosos y que a veces caen en lo absurdo, como cuando en la última vuelta de la carrera a tres curvas del final, Mansell dejó caer mucho las revoluciones mientras celebraba su victoria y saludaba al público en las gradas, por lo que su motor Renault se apagó, negándole una victoria segura al “león” de manera descorazonadora.
El Gran Premio de Canadá siempre le da una oportunidad a los pilotos de mostrar su valía, su temple, y de ganarse las victorias a pulso. El año pasado un Max Verstappen con gomas gastadas tuvo que hacerle frente a los embates de un Carlos Sainz Jr. veloz y recién repostado con gomas frescas para poder subirse a lo más alto del podio. Es una carrera que castiga a los pilotos sin piedad alguna si llegan a cometer un error. Está viva y en cualquier momento te lanza algo inesperado que cambia el panorama por completo. No te la pierdas. ¿No sabes dónde ver el Gran Premio de Canadá de la temporada 2023 de la Fórmula Uno? Busca dónde ver la carrera, aquí.